A corto plazo septiembre es un mal mes, incluso peor que agosto, pero es posible que este año, viendo lo visto, se invierten los términos. A medio plazo se acerca octubre que iniciará los mejores seis meses del año en Bolsa.

El típico crack de octubre se ha adelantado este año a agosto. El detonante ha sido China y la causa ha sido la sobrecompra acumulada en las principales Bolsas mundiales, con Wall Street a la cabeza. Se teme que la situación real de la economía china sea peor de lo que revelan las cifras oficiales, y que se contagie al resto del mundo. También se teme que la devaluación del yuan chino y la debilidad del rublo, provoquen una tormenta en el mercado de divisas. Los mercados se han calmado al comprobar que los bancos centrales, incluido el Banco del Pueblo chino, salen, de una forma u otra en ayuda de los mercados. Ya se sabe que el mejor amigo de la Bolsa es su banco central. En Wall Street se especula con que la Fed no suba tipos en septiembre y lo aplace a diciembre o incluso a 2016. Las Bolsas han sufrido un duro golpe, pero no han iniciado una nueva tendencia bajista, sino un movimiento lateral gracias a que los bancos centrales mantendrán su política monetaria expansiva. Así que es posible que ya se hayan visto los mínimos de la caída. Pero una cosa es dejar de caer y otra empezar a subir.

El Ibex 35 se ha desplomado, hasta la zona de soporte del entorno de los 9.500 puntos y ha rebotado con fuerza. Las Bolsas españolas, además de los problemas del resto, tienen la amenaza del riesgo político, con dos elecciones cruciales a la vista. Cuando se supere este mal momento, el futuro estará mucho más claro. A corto plazo se pueden tomar posiciones, colocando stop loss, y a medio plazo los recortes siguen siendo para comprar sin prisas.