A corto plazo, empieza un septiembre condicionada por los mismos factores que agosto: guerra comercial y crisis de las emergentes, a los que se suma el temor a que las tecnológicas hayan subido demasiado. A medio plazo, septiembre es un mes estadísticamente malo, pero excelente para tomar posiciones en la segunda quincena o principios de octubre.

Estadísticamente, septiembre es un mal mes para las Bolsas, pero bueno para llegar a él con liquidez y tomar posiciones en la segunda quincena o principios de octubre de cara al último trimestre del año y primero del próximo. En las Bolsas españolas, el rebote se suele producir en la segunda quincena de septiembre, mientras que en Wall Street es habitual que se retrase hasta mediados de octubre. El inconveniente, siempre hay inconvenientes en Bolsa, es que septiembre y octubre son, además, los meses de los grandes cracks bursátiles. Estadísticas aparte, las Bolsas sigue condicionada por los mismos factores que agosto: guerra comercial y crisis de los emergentes a los que se están sumando las tecnológicas. Después de unas subidas desmedidas, llegan las dudas: hay miedo a que haya una mayor regulación de sus actividades y eso acabe recortando sus expectativas de crecimiento y negocio.

El Ibex 35 ha hecho mínimos anuales, arrastrado por sus blue chips, principalmente Telefónica. Es probable, al menos un rebote técnico, pero si sigue bajando, dada la pauta estacional de septiembre, se pondría muy interesante. Técnicamente, el soporte de los 9.300 puntos, era el último importante antes del suelo del triángulo iniciado en los mínimos de 2012.