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La euforia de Wall Street no llega al consumo

por Renta 4 Hace 6 años
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En nuestro gráfico del pasado lunes analizábamos cómo los futuros del petróleo no parecían compartir el optimismo de la Fed. Hoy, una semana después, podemos añadir, a la vista de lo sucedido estos días, que la llamada "mainstreet", es decir, los consumidores, tampoco muestran una gran sintonía con la euforia reinante en Wall Street. 

Los sucesivos máximos de los índices americanos no parecen animar a las familias a gastar más, y ello ha tenido su reflejo en un mal dato de ventas minoristas en EEUU en abril y, además, en las malas cifras del primer trimestre que estos últimos días han publicados varios "retailers" americanos muy representativos, como Macy's, JC Penny o Nordstrom.

El gráfico que adjuntamos, que recoge la evolución de las acciones de Macy's este último año, refleja algo muy parecido a lo que veíamos en el gráfico del petróleo que traíamos a esta sección el pasado lunes. La primera reacción, en noviembre, ante el triunfo de Trump, fue positiva, y generó una fuerte subida de las acciones de Macy's y otros "retailers" al calor de la prometida "reflación americana". Pero pasado ese primer momento de euforia, la acción de Macy's empieza a caer en oleadas sucesivas, la última de las cuales tuvo lugar la semana pasada, cuando tras publicar los resultados del primer trimestre se desplomó un 17%. Caídas similares experimentaron JC Penney y Nordstrom tras presentar sus cuentas la semana pasada.

La primera reflexión ante este gráfico es, lógicamente, pensar que a lo mejor los consumidores están en lo cierto y el horizonte económico no es tan claro y nítido como presupone la Fed. Pero a la vez no podemos dejar de preguntarnos, igual que lo hacíamos con el petróleo la semana pasada (por cierto que la recomendación de compra fue acertada ya que el crudo ha subido un 3% en la semana) si estamos ante un oportunidad de compra de los "retailers" americanos.

Los números de Macy's no son malos. Su Per es menos de 8 veces beneficios y su rentabilidad por dividendo es superior al 5%, lo cual no está mal en un entorno de tipos muy bajos. Esto nos mueve, en la perspectiva "contrarian" que solemos adoptar, a considerar la compra de sus acciones.

En unos mercados llenos de liquidez, el dinero se va moviendo, como los bancos de peces, en manada, al son de la moda dominante. Hoy la moda no está, paradójicamente, en los grandes almacenes, pero, por eso mismo, tal vez precisamente ahí es donde está la oportunidad, venga o no venga, que parece más bien que no vendrá, la tan aireada reflación de Trump.

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