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Cómo convertir un trabajo que odias en uno que ames

por Carlos Montero Hace 10 años
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1. Negocie cambios en sus funciones laborales

 Hable con su jefe acerca de realizar algún cambio en su carga de trabajo o en el tipo de trabajo que hace actualmente. Ya sea que esté agotado/a,  abrumado/a, o totalmente falta de cualquier tipo de desafío, su jefe entenderá que usted podría ser mucho más productivo si se produjese algún cambio.

Es más, el sólo hecho de ser capaz de tener esta conversación puede ser un gran comienzo de algo nuevo. Su objetivo debe ser llegar a una solución que no sólo sea beneficiosa para usted, sino también para su jefe, su equipo y su organización.

2. Acuerde trabajar con gente distinta

Esto no quiere decir que se lleve mal con sus compañeros de trabajo, pero el colaborar con otra gente puede ser un soplo de aire fresco. En los próximos proyectos, solicite trabajar con personas que las que normalmente no lo hace o incluso interactúe con gente distinta en la oficina.

De manera más informal, puede pedir que estas personas opinen sobre diversas ideas o  incluirlos en sus sesiones de “tormenta de ideas”. Otra posibilidad es la de averiguar si la empresa ha contratado a consultores externos con los que podría involucrarse sobre determinadas tareas. Trate con gente distinta para conseguir un nuevo punto de vista sobre las cosas.

3. Busque sinergias

 Si usted ya sabe con qué gente le gusta trabajar y con quién trabaja mejor, encuentre más oportunidades de colaborar con ellos. Internamente, esto podría significar pedirle a su superior autorización para trabajar en su próxima presentación con alguien que usted sabe que tiene buena química.

Externamente, puede haber distintos proveedores y clientes con los que tiene una relación especialmente buena. Nutra esas relaciones, fortalezca esos lazos y tome un papel activo en continuar creciendo y desarrollándolas. Si usted ha trabajado previamente bien con consultores externos específicos, considere solicitar su colaboración de nuevo.

4. Haga que le transfieran a un equipo o departamento diferente

Si en el departamento donde se encuentra trabajando no encuentra que haya un futuro para usted, piense qué maniobras debería llevar a cabo para ser trasladado. Vea si su jefe está abierto a la idea de transferirle a un área de negocio diferente. Piense inteligentemente acerca de cómo puede ser útil en otro departamento, en lugar de sentarse y esperar a ser trasladados cuando a alguien se le ocurra. Investigue, antes de solicitar un cambio y encuentre en qué áreas de la organización puede desarrollar  sus puntos fuertes o qué nuevos equipos están desarrollándose y en cuales podría querer estar involucrado. Busque  oportunidades donde su incorporación puede ser valorada.

5. Encuentre alguien en quien confiar

Independientemente de si se queda en su equipo actual o cambias a otro distinto, habrá momentos en los que usted sólo quiera desahogarse. A pesar de que su jefe es la persona con la que debe hablar sobre muchos temas, este no es el tipo de persona de la que aquí estamos hablando. Una persona de confianza alternativa puede ser un compañero, un mentor o un amigo cercano en otro departamento. Elija con cuidado: debe ser alguien en quien pueda confiar y  con quien pueda tener una conversación privada, teniendo la seguridad de que no se lo contará a nadie más.

6. Aproveche al máximo su tiempo libre

A muchos de nosotros nos sienta mal el tiempo que pasamos en el trabajo, porque no existe un balance con las actividades que llevamos a cabo cuando no trabajamos. Pase tiempo libre con las personas que le importan, asegúrese de dormir lo suficiente e invierta tiempo para usted mismo. Programe actividades que le fortalezcan y le llenen de energía. Encuentre el tiempo para relajarse y descanse.

7. No se olvide de la dieta y el gimnasio

Una dieta pobre nos hace sentir débiles e irritables, lo que agrava los sentimientos negativos que pueda tener sobre el trabajo. Al comer bien y hacer ejercicio regularmente, aumentamos nuestros niveles de energía y estado de alerta y elevamos nuestro estado de ánimo. Se sorprendería de cómo todos estos cambios contribuyen a tener una actitud más positiva acerca de de su trabajo.

8. Reajuste su horario de trabajo

Si le molesta su trabajo porque su horario le impide realizar otras actividades como llevar a sus hijos al colegio o ayudar a sus ancianos padres, no piense que tiene que sufrir en silencio. Hable con su empresa sobre la posibilidad de cambiar su horario. Por ejemplo, para que tenga tiempo de llevar a sus hijos al colegio, podría retrasar su horario de entrada y de salida. Las empresas son cada vez más flexibles en el tema de horarios.

9. Adapte su entorno.

Si vamos a pasar por lo menos ocho horas al día, cinco días a la semana mirando las mismas cuatro paredes en blanco y el mismo escritorio aburrido, no es de extrañar que nuestras oficinas nos hagan sentir en una prisión y nuestro trabajo una sentencia de cadena perpetua. Personalice su espacio de trabajo con fotos de amigos y familiares, adornos o decoraciones favoritas o incluso un jarrón de flores brillantemente coloreadas. Si su silla es incómoda o no tiene una altura adecuada, ponga  un cojín o dos y siéntase cómodo.

10. Termine con el retraso

Pocas cosas son más desmoralizadoras que llegar al trabajo y encontrarse la bandeja de entrada del correo electrónico llena de mensajes sin leer o un escritorio lleno de papeles que ni siquiera les  ha echado un vistazo. Dedique un tiempo para ordenar los correos electrónicos y copias impresas en diferentes carpetas para que tenga una idea más clara de dónde están las cosas. Además, busque aplicaciones en su tableta o su Smartphone para ver si pueden ayudarle a ser más organizado en el futuro.


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