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Cómo trabajar con el patrón de triángulo simétrico

por Ismael de la Cruz Hace 8 años
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Extracto de mi libro (aún en proceso) Instituciones de Análisis Técnico. Hoy vamos a ver el patrón de los triángulos como estructura de continuidad de la tendencia.

Los triángulos son patrones de continuidad de la tendencia, aunque un buen análisis del mismo nos podrá alertar en un momento dado de que puedan motivar un cambio de la tendencia.

Principalmente existen tres tipos de triángulos: simétricos, ascendentes y descendentes.

Triángulos simétricos

Los triángulos simétricos son patrones en los que el precio se va moviendo dentro del rango de unas líneas convergentes que conforman un triángulo simétrico y horizontal.
Por tanto, el precio se encuentra inmerso en un rango formado por dos directrices, una inferior y otra superior, la inferior es alcista y la superior es bajista.
De ésta manera, el precio evoluciona dentro de un rango convergente en el que los máximos son decrecientes y los mínimos son crecientes.
La estructura sencilla de un triángulo simétrico en una tendencia alcista la tienen aquí en el gráfico.

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Por su parte, la estructura sencilla de un triángulo simétrico en una tendencia bajista la pueden ver en este otro gráfico.

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Indicar que cuando hablamos de los triángulos simétricos, no hay que ser demasiado estricto o escrupuloso con el adjetivo simétrico, bastará que una directriz sea alcista y la otra sea bajista.

Al igual que con los canales tendenciales y las directrices o líneas de tendencia, se le ha de exigir a esta formación gráfica, para su validez y fiabilidad, que el precio toque como mínimo dos veces tanto la directriz superior como la directriz inferior.

También como criterio de fiabilidad se ha exigir que el precio se mueva dentro del triángulo simétrico hasta los dos tercios (desde el inicio del triángulo hasta su vértice). De manera que cuando el precio se haya movido esa distancia, es cuando suele comenzar a romper el triángulo en la dirección de la tendencia, actuando de esta forma como pauta de continuidad de la tendencia principal.

Así pues, si la tendencia es alcista y el precio rompe el triángulo al alza tendremos confirmación de continuidad de la tendencia alcista.
En el siguiente gráfico tenemos un ejemplo de un triángulo simétrico que se forma en una tendencia alcista y el precio rompe dicho triángulo por arriba, por su directriz superior, confirmando la continuidad de las subidas.

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Si la tendencia es bajista y el precio rompe el triángulo a la baja tendremos confirmación de continuidad de la tendencia bajista.
En el gráfico tenemos un ejemplo de un triángulo simétrico que se forma en una tendencia bajista y el precio rompe dicho triángulo por abajo, por su directriz inferior, confirmando la continuidad de las caídas.

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Si el precio tiende a romper el triángulo por la parte del vértice del mismo, la fiabilidad del patrón se reduce bastante, de manera que el analista técnico deberá de tener precaución por si estamos ante una señal falsa del mercado.

Por regla general, este patrón tiende a tardar en formarse entre uno y tres meses, aunque es un mero dato numérico que tampoco hay que llevar al extremo. En gráficos menores e intradiarios también son patrones válidos y habría que obviar el dato.

Es importante resaltar aunque se trate de un patrón de continuación de la tendencia, el analista técnico tendrá que estar atento por dónde rompe el precio, porque si estamos en una tendencia alcista y el precio rompe por abajo perdiendo la directriz inferior, podríamos estar ante el inicio de caídas. Y lo mismo sucede si estamos en una tendencia bajista y el precio romper por arriba superando la directriz superior, podríamos estar ante el inicio de subidas.

Así pues, aunque es una pauta de continuidad, tanto cuando sucede esto que les acabo de comentar como también que el precio se aproxime bastante al vértice del triángulo sin haber roto aún la figura, el analista técnico deberá de tener cuidado por si la pauta no ha actuado como debiera.

El volumen durante la formación del triángulo suele reducirse a medida que el precio se va moviendo en un rango más estrecho de la figura acercándose al vértice. Si la rotura del precio es por arriba, superando la directriz superior, el volumen crece. En cambio si la rotura del precio es por abajo, perdiendo la directriz inferior, el tema del volumen es secundario.

Para calcular la proyección o el primer objetivo del movimiento del precio cuando rompe el triángulo, hay que coger la distancia equivalente al ancho de la base (que es el inicio del triángulo), proyectando al alza o a la baja según se trate de una rotura por arriba o por abajo.

También es habitual ver dentro de una secuencial alcista o bajista varios triángulos más o menos consecutivos, que lo que hacen es ir confirmando la tendencia. Cuando llegue el tercero, es conveniente, básicamente por prudencia, extremar las medidas porque podría comenzar en breve a debilitarse la fuerza de la tendencia, podría estar agotándose.

En el siguiente gráfico tenemos un ejemplo gráfico de un triángulo simétrico en una tendencia bajista. El precio romper por abajo la directriz inferior, lo confirma mediante el oportuno pullback y la tendencia sigue siendo bajista. Observen también que posteriormente vuelve el precio a tocar la directriz inferior y es cuando finalmente el precio cae y alcanza la proyección o primer objetivo de la caída.

Este segundo toque del precio a la directriz inferior ya no se considera un pullback (cosa que sí lo es el primer toque que realizó), sino que se trataría ya de actuar la directriz inferior como resistencia (recuerden que cuando un soporte o una directriz se pierde, pasa a ser resistencia estática o resistencia dinámica respectivamente).

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En el gráfico  tenemos el ejemplo gráfico al contrario. Un triángulo simétrico en una tendencia alcista. El precio romper por arriba la directriz superior, lo confirma mediante el oportuno throwback y la tendencia sigue siendo alcista. Finalmente el precio sube y alcanza la proyección o primer objetivo estimado de la subida.

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