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MARF, o cómo abrir el grifo de la financiación para las medianas empresas

Publicado en El Inversor Inquieto
por CapitalBolsa Hace 10 años
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Una de las principales y primeras consecuencias de la crisis en la que estamos inmersos ha sido el cierre del grifo del crédito. Lo sufren los particulares pero sobre todo las que peor lo están pasando son las pymes. La mediana empresa sufre las consecuencias de la caída de la demanda interna y del consumo y añadido a eso, se han quedado sin puertas a las que llamar para conseguir financiación. Para hacer frente a este problema se ha inaugurado el MARF, el Mercado Alternativo de Renta Fija.

Lleva apenas un mes en funcionamiento y todavía no se conoce qué empresas van a salir a cotizar en el MARF aunque opinión de Rodrigo García de la Cruz, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB)  “hay varias que están preparando ya su salida, pero se quiere hacer con todos los detalles atados para que salga bien”. 

El origen

La alta dependencia de las empresas en relación a los bancos a la hora de financiarse ha provocado serios problemas cuando estos han retrocedido posiciones a la hora de dar crédito. En Europa el porcentaje medio de financiación de las medianas empresas alcanza el 30%, un 10% más que en España, así que se trata de ahondar en esta línea y abrir nuevas vías de financiación. García de la Cruz recuerda que ha creado mucha expectativa porque “se esperaba que naciera en marzo, el Gobierno venía desde hace tiempo trabajando en él y además Bruselas también nos había advertido de la necesidad de buscar alternativas de financiación para las empresas”. Se impuso en el Memorándum de Entendimiento MOU como una de las condiciones que debería cumplir España para tener acceso a las ayudas para el sector financiero.

En nuestro país existe un mercado de renta fija que es el AIAF, en él se negocia deuda de empresas pero hay que tener en cuenta que suelen ser grandes empresas las que actúan en él y por lo tanto no es una vía de financiación para las medianas empresa, que es lo que se prevé que sea el MARF.

Inversores y rentabilidad

El Mercado alternativo de renta fija nace con vocación de ponerse al servicio de las empresas a través de los inversores institucionales. “Está orientado a inversores cualificados –matiza el profesor del IEB- más institucionales, aunque también podrían ser particulares pero cualificados. Además el nominal unitario mínimo es de 100.000 euros” lo que no hace pensar en inversores minoritarios. Sin embargo cuando el mercado esté ya en pleno rendimiento los inversores minoritarios no profesionales podrían acceder a él a través de fondos de inversión, si bien aún queda un largo camino para llegar a este punto.

De momento se están preparando las salidas al MARF pero no ha trascendido ninguna compañía todavía, el inversor que podría estar interesado en los títulos de este mercado “serían aseguradoras, fondos de pensiones que contarán un una cierta confianza puesto que las empresas que quieran cotizar tendrán que cumplir con una serie de requisitos, entre ellos un rating de seguridad que genere confianza”. Para otorgar este rating se ha creado la primera agencia de calificación de riesgos española, Axesor, según explican ellos mismos “nuestros ratings están basados en un modelo metodológico único y los procesos de calificación se ajustan a la evolución del mercado, prestando especial cuidado en el procesamiento y elaboración de la información”.

Según los cálculos de los expertos en nuestro país habría alrededor de un centenar de medianas empresas que podrían salir a cotizar al MARF cumpliendo con todos los requisitos. Han de ser empresas nacionales que no estén ya en el mercado, que hayan pasado las dos últimas auditorías sin problemas y que como advertía el experto, tengan un rating positivo. El volumen de las emisiones condicionará a que sean más compañías medianas que pequeñas las que se acerquen al MARF como vía de ingresos, serán emisiones de entre 20 y 40 millones de media.

En cuanto a la rentabilidad que vayan a poder obtener los inversores, va a depender de varios factores pero según los cálculos de los expertos se situará en una horquilla de entre el 6 y el 10%. Es una rentabilidad interesante y en opinión de Rodrigo García de la Cruz una alternativa para los inversores, “hasta hace poco la bolsa no terminaba de arrancar, en España no hay  High Yield de deuda corporativa y ahora en vez de entrar en acciones, se puede entrar en deuda, se abre un mundo de posibilidades para los gestores de cartera”.  

Experiencias en otros países

Uno de los hándicaps que va a vivir este mercado hasta que arranque es el miedo a lo desconocido que genera todo lo nuevo. “Estoy convencido –matiza García de la Cruz- que en la medida en la que la primera empresa emita deuda y sea un proceso exitoso, le seguirán las demás”. De hecho “la primera que vaya al MARF va a conseguir una repercusión en los medios de comunicación que Gowex ha cifrado en tres millones de euros en referencia a su salida a cotizar al MAB”. 

El experto recuerda que “el Gobierno además ha abierto una línea ICO para que las primeras inversiones se cubran bien y generen confianza. Serán empresas las que acudan a este mercado que puedan emular a empresas del Ibex pero con un negocio en un nicho de mercado e incluso con más transparencia que algunas del mercado continuo”. Cuando arranque y se vea su buen funcionamiento podría tener un efecto llamada.  “La experiencia no es nueva en Europa, ni mucho menos –explica el profesor- en Alemania por ejemplo se abrió un mercado de similares características hace tres años y ha realizado 160 emisiones de deuda exitosas con una media de 45 millones de emisión cada vez”, resume el profesor.

Hay buenas perspectivas y en la teoría parece que el MARF podría ser una vía de escape para el estrangulamiento financiero al que están sometidas las empresas medianas en nuestro país. Si bien, aunque así fuera, quedaría por resolver otro problema, el de las pequeñas empresas y los autónomos porque ellos son también fuente de generación de empleo y están sumidos en una situación en la que no acceden de ningún modo al crédito. Habrá que ir paso a paso, pero no está de más recordar los deberes que aún nos quedan por hacer.  

El Inversor Inquieto 

 


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