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‘La crisis ha aumentado la cultura financiera de forma importante’

por Observatorio del Inversor de Andbank Hace 10 años
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La crisis económica y alguno de sus detonantes ha puesto de manifiesto la escasa cultura financiera que poseen muchos ciudadanos y ha evidenciado la necesidad de que el ahorrador sepa manejar su dinero, conozca los productos en los que invierte y los vaivenes económicos que pueden afectar a su bolsillo. Los expertos coinciden en que es una enseñanza que debe comenzar desde la infancia, para que vaya calando en las distintas etapas económico-financieras que todos vamos a atravesar a lo largo de nuestra vida: ahorro, pagas, estudios, inversiones, ingresos y gastos, compra de casa, hipoteca, sueldo o jubilación, por citar solo algunos. Conversamos con María Jesús Soto, una profesional de las finanzas volcada desde hace años en difundir la cultura financiera, tanto dentro como fuera de España. Autora de "Mi primer libro de Economía" y directora de Inversis Banco en León, María Jesús comparte con nosotros sus reflexiones:

P . ¿Qué nota le pondría a España en cultura financiera, en una comparativa mundial, y por qué?

R. Partiendo de que el nivel de cultura financiera en los países desarrollados, en general, es muy bajo, España estaría en la media. Los aspectos más importantes de la economía y las finanzas nunca se estudiaron en los colegios, por eso la educación financiera es tan baja entre la gran mayoría de los adultos. El punto de partida ha sido el mismo para los distintos países, en cuanto al desconocimiento generalizado, pero en los próximos años se producirá una enorme diferencia, entre los que ponen en práctica los planes de educación financiera de forma eficiente, y los que no lo hagan.

P . ¿Algún país que sea un ejemplo, que pueda enseñar a los demás?

R. Los mayores esfuerzos en comenzar la educación financiera han venido desde la OCDE, la Comisión Europea y el G-20. Uno de los primeros países en desarrollar una estrategia nacional fue Reino Unido en 2003, al que siguieron Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Canadá. En la actualidad hay 25 países desarrollando sus planes de educación financiera, entre los que se encuentra España, que comenzó en 2008, a través del Plan de Educación Financiera, a cargo del Banco de España y la CNMV.

La gran mayoría están explorando las vías más eficientes para conseguirlo con éxito, dado que no hay una hoja de ruta común, sino un objetivo común, que es aumentar el nivel de cultura financiera de los ciudadanos, empezando desde niños en los colegios.

P . La crisis económica ha evidenciado lagunas importantes en este ámbito, ¿hemos avanzado como país en cultura financiera en estos cinco años de crisis? ¿Cómo se pueden medir estos avances?

R. El Informe PISA en el año 2012 incluyó por primera vez una encuesta entre estudiantes de 15 años, con unos resultados muy pobres, y lo volverá a hacer en 2015, veremos que refleja entonces. Al margen del mismo, podemos afirmar que la crisis ha puesto de manifiesto la falta de cultura financiera en la gran mayoría de los ciudadanos, lo que es el punto de partida para la mejora. Sin datos oficiales para corroborarlo, se puede decir que durante estos 5 años ha aumentado la cultura financiera de forma importante, ante la necesidad de dar respuesta a lo que estaba sucediendo y el impacto que estaba teniendo en la gran mayoría de los ciudadanos.

Los avances se pueden constatar en que cada vez hay un mayor interés por la prensa y noticias económicas. Los ahorradores no se conforman con los discursos tradicionales a la hora de buscar alternativas para su ahorro, al tiempo que ha aumentado la desconfianza sobre los profesionales bancarios, en general, valorando cada vez más la independencia de quienes les asesoran. El control de los gastos y la prudencia con el endeudamiento, han pasado de ser conceptos teóricos, a una nueva praxis para la gran mayoría de empresas, familias e incluso administraciones públicas. También cada día son más los que apoyan de forma contundente todo lo que hable de educación financiera, tanto para ellos, como para los niños o jóvenes; lo que demuestra los pequeños, pero decisivos, avances que estamos experimentando.

P . ¿Una mayor cultura financiera podría haber evitado la crisis?

R. La historia demuestra que las crisis se suceden unas a otras, por tanto, evitarlas totalmente es una tarea imposible de conseguir. No obstante, la virulencia de esta crisis y su impacto en los ciudadanos hubiese sido menor, si la cultura financiera hubiese sido mayor y no se hubiesen abandonado valores como el esfuerzo, la honestidad o la responsabilidad. La gran mayoría de las familias, empresas y gobiernos no hubiesen llegado a la quiebra, o cerca de ella, si el endeudamiento hubiese sido menor, si sus gastos hubiesen estado controlados y sus ahorros correctamente diversificados en los mercados de capitales.

P . Usted lleva años dedicada al impulso de la educación financiera, ¿por qué decidió hacerlo? ¿cuáles han sido sus aportaciones más relevantes?

R. Hace más de 20 años consecutivos que llevo organizando conferencias, participando en medios de comunicación y escribiendo, para ayudar a entender los asuntos económicos y financieros de forma sencilla. A lo largo de estos años he descubierto que es una vocación personal, que comenzó con el objetivo de desarrollar una profesión, encaminada al asesoramiento financiero independiente, que siempre me ha apasionado y que ya es algo imparable en nuestro país.

Cuando las personas tienen unos conocimientos sólidos sobre economía, finanzas y valores, para aplicarlos en esos campos, está demostrado que su estabilidad financiera es mayor, al tiempo que fortalece la economía de un país. El problema surge cuando no hay conocimientos suficientes, y se utiliza la improvisación en asuntos tan decisivos.

Fruto de la experiencia acumulada durante tantos años al servicio de la educación financiera, ha sido escribir un libro titulado: “ Mi primer libro de economía: Ahorro e Inversión”, editado por Everest, para que hasta los niños entiendan que la economía y las finanzas no son tan complicadas. A través de ilustraciones y un lenguaje sencillo, explico la importancia de hacer un presupuesto o ahorrar, como luchar contra “el monstruo de la inflación”, qué son las bolsas y el mercado de capitales, como generadoras de riqueza, así como los valores fundamentales para ser inversores responsables.

P . ¿Cómo va el proyecto de convertir la educación financiera en una asignatura en los colegios?

R. La demanda social para que ello se produzca es absoluta, pero el reto es titánico. El principal obstáculo es que nunca se ha hecho, al tiempo que quienes deben ponerlo en práctica no tienen conocimientos económicos y financieros suficientes, que les ayuden a desarrollarlo de forma sencilla y eficaz. Desde el Ministerio de Educación y el mundo educativo en general, están trabajando en ponerlo de forma obligatoria, como ya sucede en otros países de nuestro entorno. Aunque ya hay algunos colegios que están haciendo sus incursiones con el Plan de Educación Financiera, lo cierto es que falta mucho por hacer. Sería deseable que todos los colegios lo implementasen correctamente, con la ayuda de las instituciones públicas y del sector financiero. Una buena coordinación y colaboración entre todos ayudaría a compartir recursos, reduciendo gastos y haciéndolo más eficiente. El objetivo deber ser formar, pero no adoctrinar, de ahí que sea muy importante la selección de materiales, de educadores y colaboradores, que estén comprometidos con esos planteamientos.

Mi experiencia con los niños, en los colegios a los que visito, para darles una charla, cuando han trabajado con sus profesores los conceptos que recoge: “Mi primer libro de economía: Ahorro e Inversión”, es muy gratificante. Profesores y niños aprenden juntos conceptos que nunca pensaron que fuesen tan fáciles de entender, por lo que su motivación e ilusión nos demuestra que vamos por el camino correcto.

P . ¿Cómo ayudan las redes sociales a la educación financiera?

R. Las nuevas tecnologías son sin duda una herramienta decisiva, y muy positiva, en todo este proceso. No obstante, para muchos adultos puede ser un arma peligrosa. La ingente información económica que existe, que se consume y comparte, puede causar daños importantes, en las personas que no tienen una base de conocimientos que les permita distinguir ‘el grano de la paja’. La sencilla operativa con las entidades financieras a través de la red, puede provocar cuantiosos perjuicios, si no se conocen los productos financieros, el comportamiento de los mercados o la gestión prudente de una cartera de inversión. Por todo ello y como conclusión, podemos decir, que la cultura financiera es absolutamente imprescindible. Adquirirla requiere sólo de la voluntad de cada uno de nosotros, así como de toda una vida poniéndola en práctica cada día, con las decisiones que tomamos, y la experiencia que con ello adquirimos.


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