IAG sigue volando, y nunca mejor dicho el juego de palabras, entre otras cosas por la caída del petróleo. Veamos el escenario de la aerolínea y del crudo.

IAG multiplicó por siete su beneficio tras impuestos en el pasado ejercicio, sus ingresos se incrementaron un 8% y el beneficio de las operaciones creció nada más y nada menos que un 95%. Por su parte, los costes unitarios se redujeron en un 4,1 %, principalmente fue debido al aumento de la productividad, así como por el descenso de los costes del combustible. Si a esto le añadimos el acuerdo alcanzado entre Iberia y el sindicato de pilotos Sepla, tenemos los ingredientes para los máximos históricos recientemente alcanzado.

En lo referente al dividendo, la compañía comentó a finales del pasado año que pagaría un dividendo en el 2015 marcando el comienzo de una política sostenible de retribución al accionista con un pay out inicial del 25%.

En el análisis realizado de IAG el pasado 4 de noviembre, les comenté que esperaba seguir viendo subidas en el precio de las acciones de la compañía en los próximos meses y que el primer objetivo se encontraba en los 7,30 euros. Dicho objetivo fue alcanzado a finales de enero.

Con el crudo bajista seguiremos  viendo subidas en la compañía. En el corto plazo, una primera zona niveladora que marcará la pauta y nos calibrará en todo momento la fortaleza de la subida son los 7 euros, de manera que por encima de esta referencia máxima fuerza y no se apreciarían síntomas de debilidad.

Y claro, es de obligado cumplimiento echarle un vistazo a la evolución del petróleo, el futuro (NYMEX), el cual mantiene intacta su tendencia bajista por el fuerte sobre abastecimiento. Habría nuevo síntoma de debilidad perdiendo la zona de los 44,30 dólares, siendo el soporte de los 34,35 dólares una zona a priori interesante para comprar, aunque para eso tendría antes que llegar y eso ya es otra historia.