Jesús López, analista y especulador rabioso en Bolsas y otros mercados se muestra convencido de que "se ha iniciado desde hace semanas un movimiento a la baja, que será más fuerte cuando Wall Street estornude un par de veces. Andan enzarzados unos y otros en la discusión sobre los efectos colaterales, que conllevaría una crisis bursátil en ciernes. El primer movimiento será la generación de un sentimiento de pobreza entre miles de participantes en los mercados, que actuará como correa de transmisión al resto del tejido económico, social y político. Sí, político: las elecciones las ganan y las pierden la Economía. Pero retomo el hilo inicial. Cuando en un mercado observamos que las buenas noticias apenas duran un par de segundos y que las malas se eternizan, lo mejor es hacer las maletas. Además, en un mercado global dominado, en esencia, por los hedge funds y sus máquinas, las caídas son mayores en los mercados de provincias, como el español, que en los más capitalizados. Ya hemos visto en nuestro mercado, que los cuellos de botella son letales, con caídas intradía superiores al 20% en compañías con buen formato. En los más capitalizados, las sacudidas son fuertes, pero más controladas y con liquidez. La liquidez es clave en la Bolsa y la liquidez sólo parece cuando las caídas son muy fuertes"

"Es la mayor aversión al riesgo y la disposición de un alto porcentaje de participantes en el mercado lo que alimenta lo negativo frente a lo positivo. Desde hace una década han abundando las tensiones geopolíticas; las burbujas de los bonos y de los inmuebles han atenazado a particulares e instituciones, pero Wall Street ha alcanzado niveles históricos de rentabilidad..."

"Transcurridos 10 años del inicio de la Madre de Todas las Crisis, la situación extrabursátil es similar, con tensiones en los precios del petróleo; muy malos modos en las relaciones internacionales; explosiones no controladas en los mercados emergentes; miedo a la inflación y temor al enfriamiento económico. Pánico a la estanflación..."

"Es el momento para volver a recordar la bisoñez de estos mercados, aún faltos de reglamentación y escasos de estructuras operativas, en donde la especulación es muy fuerte. Por eso se forman grandes cuellos de botella cuando la manada bursátil decide vender. También hay empujones cuando todos quieren comprar..."

"Por muchas advertencias y premoniciones negativas, Wall Street se ha convertido en la Bolsa de moda. Es la que más fondos atrae, pero solo para las FAANG. Hasta que dure. Nada es eterno..."