Sefuelix @Sefuelix dice que "El día en que los inversores se enteren de que un 80-90% de ese "precio objetivo" depende del precio actual se evitarán muchas sorpresas. En algún pc viejo tengo aún una hoja de excel que me hice con DCF. Tasas de crecimiento de beneficios superiores al 25% soportan todo, hasta PERs infinitos. Con tasas normales el precio actual es como el 85% del PO." Alejando G. analista financiero me señala que "Dia y sus tropleías es un ejemplo claro, un valor que debería ser estudiado, como ejemplo, en las Escuelas de Economía. Dia fue el valor más recomendado por los analistas de este y el otro confín. Precios objetivo estratosféricos. Hasta que llegó su día. La prueba del algodón de lo que apunta Sefuelix @Sefuelix. O lo que es lo mismo, desconfíe de las recomendaciones masivas y de los precios objetivo. Los caminos de los analistas e inversores, con frecuencia, van en sentido contrario. Para mí, los precios objetivo y su divulgación son una de las mayores farsas de todos los tiempos y en todas las Bolsas..."
Miguel L. añade: "Leemos, un dia sí y otro, también, recomendaciones y precios objetivo sobre éste y aquél valor. En el momento de la publicación, el impacto, a favor o en contra, suele ser inmediato. Los inversores y especuladores, los actores en el mercado, reaccionan por contagio. Sin pensar. Y lo que es más grave, sin tener en cuenta que las recomendaciones de hoy se fabricaron ayer y que, desde entonces, han pasado por muchas manos. Ya se ha actuado antes, generalmente ¿Se entiende, no? Hace más de veinte (20) años se ha habló mucho de las murallas chinas, de los compartimentos separados, de las prácticas de buena conducta, de la necesidad de regular las actuaciones de las partes (no se puede ser Juez y parte al mismo tiempo, no se puede emitir un juicio, una valoración de una empresa que te ha dado una magnífica comisión por un estudio, una colocación de acciones, una operación de asesoramiento…) de las agencias de calificación de riesgos, de la necesidad de abolir la contabilidad creativa, de la regulación de los derivados…Que se sepa, nada se ha hecho, nada se ha avanzado..."
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"La mejor recomendación de Bolsa es la que no se publica, la que sólo unos pocos conocen"
Me lo dice Abraham M. viejo analista londidense: "una idea, una realidad muy simple, pero que siempre pasa desapercibida: la mejor recomendación en Bolsa es la que no se publica, la que sólo unos pocos conocen". Y vuelvo a mis CARTAS. Los que seguimos la Bolsa al instante sabemos que "En la Bolsa, como en otros negocios la información que tiene todo el mundo no sirve para nada...Si quiere ganar dinero en Bolsa, como en otros negocios, busque proyecciones de futuro. Los datos que todos tenemos encima de la mesa, en las redes sociales, en los medios de comunicación, sirven para muy poco. Son datos del pasado. Y lo que es peor, las máquinas que dominan en el mercado se nutren de ellos para tratar de adivinar el futuro ¿PER? Es uno de los indicadores más seguidos. Se ofrecen cifras de multiplicadores futuros, pero con un punto de partida que no sirve para nada. Los mejores gurus y analistas del mercado hace tiempo que desenterraron el hacha de guerra y, en un manifiesto poco usual, recomendaron aborrecer las prácticas del pasado, las que aconsejan conducir con la ayuda del retrovisor. En términos económicos y bursátiles desprecian los datos y estadísticas que se publican cada día, porque, dicen, son agua de borrajas. Datos pasados, que lejos de ayudar en la prospección del futuro nos pueden engañar. En el mismo acto, centran todos sus esfuerzos en la detección de los indicadores adelantados. Los sabios reniegan de los datos de hoy, porque, dicen, son los mimbres usados de ayer. Urge escrudiñar el futuro, examinar las vísceras del paciente para evitar sorpresas. La Bolsa anticipa tendencias. Nunca lo hace a la perfección, porque de ser así la Bolsa moriría de éxito. La Bolsa cotiza el futuro, pero con fallos notables, bien por excesos de optimismo, bien por defecto..."