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El mal está hecho, principalmente en Cataluña. Pero es una tormenta en un vaso de agua en la Eurozona

por La Carta de la Bolsa Hace 6 años
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Estamos en el Día Después y estas son algunas de las afirmaciones efectuadas el Día Antes. "El crecimiento de España será este año del 3,1%, si bien se contempla un impacto de la situación de Cataluña de medio punto del PIB para el próximo año, unos 5.000 millones de euros, por lo que la previsión para 2018 se rebajó del 2,6% al 2,3%. Confío en que la economía pueda crecer el año que viene a un nivel "próximo al 3%" cuando "las aguas vuelvan a su curso normal" en Cataluña. Aquí no hay ganadores, solo perdedores. sin el impacto de la crisis política en Cataluña la prima de riesgo española estaría en el entorno de los "85 o 90 puntos básicos", frente a los 120 actuales, y las agencias de rating habrían elevado la calificacion crediticia de España a "notable alto..." (Luis de Guindos). Por su parte, el IESE prevé que la economía española registre un crecimiento del 3,2% el próximo año, nueve décimas más que la previsión actual del Gobierno, ya que cree que el impacto de la crisis en Cataluña derivada del desafío independentista será "mímimo". Esta es la previsión de crecimiento de la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, que supone nueve décimas más que el 2,3% estimado por el Gobierno, después de que lo rebajase desde el 2,6% al prever un impacto de 5.000 millones por la crisis política en Cataluña.

Y en sentido contrario: "El crecimiento del PIB se revisa ligeramente a la baja en 2018 y 2019 lo que es consecuencia del aumento de la incertidumbre asociada a la situación en Cataluña",ha señalado el Banco de España, que redujo en una décima sus previsiones de crecimiento para 2018 y 2019 al 2,4 y al 2,1 por ciento, respectivamente, frente a sus anteriores proyecciones. Para este año mantuvo su previsión de crecer un 3,1 por ciento, mientras que para 2020 prevé un crecimiento del 2,1 por ciento.

Y los hechos, muy malos para Cataluña:

-. La inversión extranjera en Cataluña se desplomó un 75 por ciento en el tercer trimestre de 2017 coincidiendo con la escalada de tensión institucional por las pretensiones soberanistas y con el cambio de sede social de miles de empresas ubicadas en la región.

-.3.120 empresas trasladó su sede social desde Cataluña a otras regiones de España entre el 2 de octubre y el 20 de diciembre, registrándose en este último día 24 traslados, uno más que el día anterior, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España. De esta forma, la fuga de empresas se elevó a su mayor número en dos semanas el día previo a la celebración de las elecciones en Cataluña, aunque sus niveles continúan siendo la mitad que los que presentaba a mediados de noviembre.

-.Las ampliaciones de capital efectuadas por las sociedades mercantiles asentadas en Cataluña durante los meses de octubre y noviembre acumularon un importe total de 516,74 millones de euros, lo que supone el peor dato para esta Comunidad durante estos meses del año desde la entrada en vigor del euro en 2002, según los datos analizados por Axesor.

-.La Seguridad Social pierde 14.516 ocupados extranjeros, con Baleares y Cataluña a la cabeza

-.Cataluña perdió 1.259 autónomos en el mes de octubre, lo que supone la desaparición de 40 autónomos diarios y un retroceso porcentual del 0,2%, según datos difundidos este miércoles por la organización de autónomos ATA. Estos datos contrastan con los registrados en octubre de 2016, cuando Cataluña sumó 1.344 autónomos al día o, lo que es lo mismo, 43 nuevos emprendedores al día.

-.Los principales portales inmobiliarios creen que la situación en Cataluña podría afectar al total de operaciones de compraventa que se registren a finales de año. Sin embargo, consideran que los datos de transacciones inmobiliarias correspondientes al mes de septiembre publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan "la buena marcha del sector".

-El Centro de Predicción Económica (Ceprede) estima que el impacto negativo de la incertidumbre asociada a la crisis secesionista en Cataluña será de entre el 0,5% y el 1% en el producto interior bruto (PIB) de España. Así figura en el informe del tercer trimestre sobre el comercio internacional e interregional en España del proyecto C-interreg, en el que señala que el impacto dependerá de la duración y la crudeza de los posibles nuevos episodios de incertidumbre e inseguridad institucional como consecuencia de la situación en Cataluña.

...Pero: Una tormenta en un vaso de agua: Cataluña no es una nueva crisis para la eurozona (Polina Ivanova y Abhinav Ramnarayan, Reuters)

Los titulares de acciones y bonos españoles en el extranjero - y los tenedores de valores de la eurozona en general - se han apresurado a descartar comparaciones con la serie de crisis de deuda soberana que afectó a la eurozona entre 2010 y 2012.

Aunque la región más rica de España tiene una economía mayor que la de Grecia, Portugal y Finlandia, la relativa imperturbabilidad de los valores españoles y catalanes hasta la fecha muestra que los mercados están tratando la crisis de Cataluña como un asunto interno con pocas amenazas, por no decir ninguna, para el euro, la banca o la deuda soberana.

Aunque el selectivo IBEX de la bolsa española está a un 7 por ciento de sus máximos del año, ha ganado más de un 10 por ciento desde enero. Los costes de la deuda gubernamental a diez años y la prima de riesgo frente a su equivalente alemán, son inferiores a las de principios de año y el tipo de cambio del euro apenas se ha resentido.

El nivel de deuda de Cataluña - de alrededor de 77.000 millones de euros - es de aproximadamente una cuarta parte de la de Grecia.

Además, algo más de dos tercios (52.500 millones de euros) se adeudan al Estado español, 8.175 millones más a instituciones financieras internas, 6.018 millones de euros al resto del mundo y 10.035 millones de euros a otros, según datos del Banco de España.

La exposición internacional es demasiado pequeña para tener consecuencias en la zona euro incluso aunque hubiese un 'default' en Cataluña, y el efecto sobre España sería también limitado. La deuda total de Cataluña al Estado representa apenas un 4,75 por ciento de la deuda total a finales de 2016.

Además, una hipotética independencia no llevaría ni a un impago de la deuda soberana ni a una salida de España de la zona euro.

La confianza económica y el riesgo empresarial para las firmas y hogares españoles podría ser un asunto parcialmente a tener en cuenta por los inversores, pero quedaría amortiguado por el crecimiento económico mundial y la mayor expansión económica en la eurozona en más de seis años.

Las posibilidades de secesión son en sí mismas bastante pequeñas. Uno de los principales inversores en bonos catalanes cree que la pretensión de la independencia de la región siempre fue legalmente dudosa.

"En Cataluña, la independencia nunca fue constitucional, no había base legal", dijo Mark Dowding, gestor senior de carteras en BlueBay Asset Management, que lleva invirtiendo desde hace tiempo en deuda catalana.

La brecha entre los bonos catalanes y españoles se amplió rápidamente a su nivel más alto en más de un año tras el referéndum de independencia de la región del 1 de octubre, cuando los inversores huyeron de la deuda de la región. Pero ahora no sólo se han enjugado esas pérdidas, sino que se han situado al nivel inferior desde mediados de julio, en 250 puntos básicos.

Los bancos españoles con sede en Cataluña, Banco de Sabadell y Caixa Bank, se llevaron lo peor durante la crisis, pero ambos han cambiado su sede social de la región y los precios de sus acciones siguen aún un 20 por ciento por encima del valor de hace un año.

"Esta es muy diferente de otras crisis que la eurozona ha enfrentado recientemente", dijo Nadia Gharbi, economista en Pictet Wealth Management. "Se trata mucho más de un asunto interno y una cuestión nacional para España. No creemos que, según están las cosas, esto lleve a una crisis sistemática".

"Las acciones españolas han sido las más afectadas; los bonos españoles han visto un impacto relativamente modesto y el euro se ha visto principalmente afectado por el BCE", dijo Nicola Mai, analista y gestor de carteras en Pimco, el mayor inversor de bonos del mundo y tenedor de deuda catalana.

El actual programa de estímulo y de compra de bonos del Banco Central Europeo ayudó a amortiguar la potencial volatilidad.

Toda la deuda estatal del sur de Europa - considerada como principal beneficiaria del programa del BCE - ha sido demandada desde entonces y los costes de la deuda a diez años están 13 puntos básicos por debajo del nivel previo al referéndum del 1 de octubre.

"Como inversores, estamos en un ambiente que francamente parece bastante benigno desde una perspectiva de volatilidad", dijo Andrew Mulliner, jefe de cartera en el gestor de fondos Henderson.

El principal índice de volatilidad europeo está cerca de su nivel más bajo desde bastante antes de la crisis financiera de 2008.

España fue uno de los países que más sufrió durante la crisis de deuda de la eurozona de 2010-2012, después de ver que su nivel de deuda subía del 29 por ciento del PIB al 99 por ciento actual tras haber tenido que aceptar un rescate de la Unión Europea para rescatar a sus bancos.

El país atravesó años de recesión que dejó atrás y es hoy una de las economías de mayor crecimiento del bloque.

Se espera que la economía española crezca un 2,4 por ciento en 2018, según la Comisión Europea, bastante por encima de la media del 1,8 por ciento de la zona euro.


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