A corto plazo sigue la rotación de valores y sectores en un mercado sin tendencia. A medio plazo, un buen recorte daría una buena oportunidad de entrar, pues las expectativas siguen siendo alcistas.

El precio del petróleo se desploma y frena las Bolsas. Hace nuevos mínimos anuales, bajando a niveles previos a la reducción de la producción de la OPEP del pasado noviembre y entra técnicamente en tendencia bajista al caer más de un 20% desde máximos. Ya nadie confía en una recuperación importante del precio, diga lo que diga la OPEP. El desplome arrastra a petroleras e industrias relacionadas, e incluso a la banca, por el temor a que el bajo precio del crudo reduzca la inflación y quite presión a los bancos centrales para subir tipos, lo que repercutiría negativamente en la rentabilidad de los bancos. Esta preocupación ha hecho que pasasen desapercibidos dos temas de geopolítica Europea: el inicio de conversaciones del Reino Unido con la Unión Europea para negociar el Brexit y las elecciones del pasado fin de semana en Francia, en la que la mayoría absoluta de Emmanuel Macron, todavía mayor de lo esperado, ayudará a poner en marcha sus reformas, aunque la pérdida de cuatro ministros en un mes por presuntos casos de malversación y nepotismo, empaña el optimismo.

El Ibex 35 mantiene el soporte de la media móvil de las últimas 70 sesiones, en el entorno de los 10.600 puntos, donde también están sus últimos mínimos, pero no logra despegarse. La perdida clara del soporte y el consecuente recorte daría una buena oportunidad de entrar, pues las expectativas a medio plazo siguen siendo alcistas.