A corto plazo, vigilar el soporte de los 9.250 puntos. A medio plazo aumentan los riesgos políticos en Europa mientras se abre la cuenta atrás a la esperada rebaja de impuestos de Donald Trump.

A las incertidumbres producidas por Donald Trump y el Brexit, se suma ahora las de las próximas elecciones en Francia, Alemania y Holanda, y posiblemente en Italia, más la crisis de deuda en Grecia. Sufren especialmente los bonos italianos y franceses, pero la caída se contagia a toda la deuda periférica y castiga los bancos periféricos, abarrotados de deuda nacional en sus carteras. En Francia, según los sondeos, Le Pen y Macron, se disputarán la presidencia en la segunda vuelta, el 7 de mayo. Aunque Macron parte como favorito en todas las encuestas, se teme que, contra pronóstico, gane Le Pen. En Alemania, por primera vez desde que Angela Merkel es canciller, los sondeos indican que puede ser desalojada por culpa de la crisis de los refugiados y una creciente eurofobia. De Italia se teme su insostenible deuda y la crítica situación de sus bancos, y de Grecia los recurrentes problemas para cumplir sus compromisos con la troika. En este entorno, Donald Trump ha echado una mano a los mercados, al asegurar que en un par de semanas, va anunciar una bajada de impuestos notable. Es lo que Wall Street quería oír, y lo han recogido con subidas, volviendo a máximos históricos.

El Ibex 35, tras dos semanas de caídas, consigue confirmar la formación de una figura de vuelta en el soporte de los 9.250 puntos, volviendo a la parte central del lateral. La buena noticia es que el soporte aguanta, la mala, que aún sigue en el lateral iniciado en diciembre.