Como vemos en la siguiente tabla, las medidas aplicadas en los países de la periferia europea tendentes a mejorar su competitividad no han funcionado.
España pasa del puesto 28 en el ranking de competitividad en 2006/2007 al 35 en 2013/2014. Italia pasa del puesto 42 al puesto 49. Irlanda pasa del 21 al 28. Grecia del 47 al 91. Alemania sin embargo gana posiciones, subiendo al puesto 4 desde el 8.
¿Para quién han sido buenas las medidas de austeridad dirigidas a ganar competitividad? Para los países que las han aplicado evidentemente no.