Todo populismo presenta cuatro rasgos fundamentales: la demagogia, el maniqueísmo, el estatismo y el caudillismo. La demagogia consiste en prometerle al pueblo justo aquello que éste desea escuchar, con independencia de si tales compromisos poseen o no verosimilitud alguna. El maniqueísmo pasa por separar la sociedad entre buen
El populismo de izquierdas suele caricaturizar las dificultades económicas que atraviesa la mayor parte de Occidente como una lucha entre ricos y pobres: hay gente que es muy pobre porque hay otra gente que es muy rica. La tarta está dada y si unos tienen mucho es necesariamente porque otros tienen poco. De todo ello se colige que la