El 23 de abril, la situación técnica del Ibex 35 se presentaba como sigue: el ciclo de 40 días se encontraba en su fase descendente; el precio había conseguido detener su corrección al entrar en contacto con el soporte localizado entre 11.417,41 y 11.322,65; el suelo teórico (ST) previsto por la onda sinusoidal se había cumplido dos días antes; y mi indicador de momento dibujaba una potencial divergencia inversa alcista (líneas rojas).

Por último, disponíamos de la línea horizontal situada en 11.504, cuya rotura al alza activaría la señal de posible conclusión de la fase descendente del ciclo de 40 días. 

Al día siguiente, aunque por un margen muy estrecho, el Ibex 35 cerró por encima de la línea horizontal. Sin embargo, el oscilador de confirmación no corroboró la formación del suelo cíclico. Con todo, habida cuenta de que la rotura de la línea estaba anticipando un cambio de tornas, calculé los objetivos de subida de una hipotética fase ascendente.

Al día siguiente, el Ibex 35 coronó el primer objetivo de subida y el oscilador de confirmación superó el nivel cero, certificando de ese modo que el suelo del ciclo ya se había constituido. En ese momento, ofrecí el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal, que hoy mismo entra en escena.