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2015. Abróchense los cinturones pero esto es alcista

por Javier Galán Hace 9 años
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Para 2015 espero que los mercados continúen su tendencia de retornos positivos de los últimos años. La actuación de los bancos centrales está provocando que los tipos de interés se mantengan en unos niveles ridículamente bajos, fomentando la inversión y el consumo, inyectando liquidez al mercado de capitales y fomentando el crecimiento del crédito, que es lo que conseguirá sostener el crecimiento y las expectativas de inflación.

Los bancos centrales están obsesionados con el crecimiento, el desempleo y los bajos niveles de inflación, por lo que es probable que sigan inyectando la liquidez necesaria para garantizar el crecimiento y sobre todo, mantener las expectativas de inflación en terreno positivo.

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Después de 5 años de Quantitative Easing en EEUU, su economía crece a tasas por encima del 3%. En Europa y Japón estamos con los primeros pasos de inyección de liquidez e impresión de billetes (money printing).

Las monedas de Europa y Japón se han depreciado notablemente en los últimos meses, pero no es de esperar que cambien su tendencia de depreciación si, como parece, EEUU ha dejado de imprimir billetes y Europa y Japón acaban de comenzar. Por otro lado, China también empieza a bajar los tipos de interés ante los peores datos de crecimiento de su economía. Es decir, el mundo está en modo expansivo y este hecho, en general, es positivo para los activos de riesgo.

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Ahora bien, ningún mercado sube en línea recta y creo que 2015 va a ser un año de mucha volatilidad, por eso titulo el artículo "Abróchense los cinturones". El camino marcado por los bancos centrales para crear crecimiento e inflación no es fácil y es data-dependiente, es decir, hay QE si los datos siguen arrojando bajos crecimientos y riesgos de deflación, por lo que los mercados reaccionarán con correcciones ante malos datos de crecimiento y deflación, y positivamente cuando los bancos centrales actúen con contundencia como están haciendo estos últimos años para garantizar que la economía no se "caiga".

ImagenEl inversor suele demandar recomendaciones de timing, que es lo más difícil de prever, pero si baso este artículo en los quatitative easing, inflación y crecimiento, debemos advertir que los mayores riesgos se centran en la primera parte del año. La caída de las materias primas de final de 2014, junto a las menores perspectivas de crecimiento puede aumentar los miedos de deflación y caída en una nueva recesión, por lo que, si estoy en lo cierto, los peores datos en cuanto a crecimiento y sobre todo, inflación, se van a ver en la primera parte del año.

Si los mercados son data-dependientes y no están anestesiados por las perspectivas de actuación de los bancos centrales, indicaciones deflacionistas de los datos que vayamos conociendo en los próximos meses, serán acompañados de caídas de los activos de riesgo (euro, yen, bolsas, materias primas, etc).

Pero desde mi punto de vista, estos datos serán respondidos activa y contundentemente por los bancos centrales, por lo que estos mismos activos de riesgo que corregirán, serán los que liderarán las subidas finalmente como respuesta a los estímulos monetarios.

Pocos mercados alcistas no acaban con la formación de alguna burbuja, y ésta se estará formando, pero todavía no la conocemos (inmuebles, tecnología, materias primas, crédito...)

ImagenEl sentimiento de los mercados está en niveles de complacencia, especialmente en EEUU, lo que unido a estar en máximos en Wall Street, es un riesgo evidente para el corto plazo. Es decir, parece necesario que haya un momento de nervios como el que vivimos a comienzos de octubre de 2014, en algún momento de los próximos meses, para que el mercado "se limpie" y deje espacio para nuevas subidas de los activos de riesgo.

En este escenario, es fácil de prever que el mercado europeo y japonés deberían ser las áreas geográficas que lideren las subidas los próximos años. En Europa, es evidente que la caída del petróleo y sobre todo la depreciación del euro, deberían tener muy positivas implicaciones para el crecimiento económico, pero como he dicho antes, este efecto no se ve inmediatamente. EEUU ha tenido este efecto positivo de su divisa en los últimos 15 años, pasando el euro/dólar desde 0,80euro/dólar hasta 1,60euro/dólar. Hoy el cambio está en 1,25euros/dólar, y parece lógico esperar que en los próximos años la divisa europea se siga depreciando con sus respectivos efectos positivos para la economía de la zona euro. Lo que menos me gusta de esta reflexión es que todos los agentes financieros esperan que el dólar se fortalezca y el euro se debilite, lo que significa que en algún momento va a haber un rally del euro poco previsto y de cierta importancia.

Por último, pero quizás lo más importante, los beneficios empresariales se esperan que sigan con la tendencia de crecimiento de este año y que se acelere notablemente a partir del próximo año y los siguientes. Las provisiones de los bancos se reducirán con fuerza el próximo año y su beneficio incrementará, el euro/dólar tendrá un efecto muy positivo en el crecimiento de los beneficios para las compañías europeas en 2015, sobre todo para aquellas con exposición global de sus ventas. El Stoxx 600 europeo está previsto que consiga unos beneficios similares a los que tuvo en 2006, y en 2016, que logre por fin, los beneficios generados en el pico del anterior ciclo, en 2007.

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En conclusión, el mercado estadounidense se encuentra en máximos históricos, que por definición significa que está en un mercado alcista. Europa si lo medimos por el Stoxx 600 se encuentra a tan solo un 15%, por lo que es probable que en 2015 volvamos a ver al índice europeo por encima de los 400 puntos en los que estuvo en 2000 y en 2007. En el caso del Nikkei, del Euro Stoxx 50 y del Ibex 35, estos máximos son inalcanzables en al menos una década, ya que el Euro Stoxx 50 está a un 65% de los máximos de 5.000 puntos que logró en el 2000, el Nikkei está a un 120% de los 38.000 puntos a los que cotizó en 1990, y el Ibex 35 tiene que subir casi un 50% para volver a ver los 16.000 puntos de 2007.

Pero, para los próximos años, es muy improbable que veamos los mínimos que marcaron todos los índices a los que he hecho referencia en marzo de 2009, por lo que, por definición también, mientras sigamos viendo mínimos ascendentes, todas las bolsas se encuentran en tendencia alcista.


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