Mucha gente está ganando mucho dinero en un corto período de tiempo. Esto puede ser perjudicial para su bienestar financiero. Las dos emociones más influyentes en la caja de herramientas de toma de decisiones del inversor son el miedo y la codicia. Uno es un motivador más poderoso que el otro. El miedo, como la codicia, hace que las personas hagan cosas de las que se arrepientan más adelante. Pero la codicia, a diferencia del miedo, ordena la acción. Los inversores pueden tener miedo, pero quedarse en sus manos. Ver que todos los que te rodean se vuelven divertidamente ricos mientras tú no eres hará que incluso los inversores inteligentes hagan cosas estúpidas.

Cuando el mercado se está desmoronando, puede consolarse sabiendo que todos estamos juntos en el mismo barco, aguantando la vida. La miseria, como dice el refrán, ama la compañía. Pero cuando ves que tus amigos ganan dinero más rápido que tú, una parte del cerebro se activa. Solo podemos aguantar un tiempo. Una forma de sentir que no se está perdiendo nada es no perdérselo.

Esto es lo que quiero decir. No hay nada de malo en comer un rico guiso de vez en cuando si controlas el tamaño de la porción. Lo mismo ocurre con la inversión especulativa. ¿Quiere pagar 60 veces las ventas de Zoom? Ve a por ello. Solo asegúrate de tener el estómago para ver cómo se recorta por la mitad.

Uno de los beneficios de mantener una posición pequeña es obvia. Si compras en la parte superior, no hay daño, no hay falta. Pero hay otro lado que también es importante aquí. ¿Y si tienes razón? ¿Qué pasa si compras una acción que se multiplica por 10 veces? Si su posición inicial es demasiado grande, rápidamente se tragará toda su cartera. Cada movimiento del 3% hacia arriba o hacia abajo sacudirá su cartera como si fuera el Andrea Gail.

El péndulo pasa del miedo a la codicia y viceversa cien veces al año. El trabajo de un inversor es permanecer en el medio.

Lacartadelabolsa