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Consejos de inversión para preparar mi jubilación

por Carlos Montero Hace 10 años
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Ayer recibí una conferencia que el analista Chuck Jaffe de Market Watch dio en el Lions Club hace unos días, en la que se tocaron temas de jubilación e inversión que considero muy interesantes. Entre ellos Chuck Jaffe aclaró algunas de las afirmaciones que se han implantado como dogma a la hora de preparar la jubilación, y que según este analista están ahora desfasadas. En concreto habla sobre estas cuatro:

1. Restar a 100 tu edad para determinar el peso de la renta variable en tu cartera.

Esta regla, afirma Jaffe en Market Watch, fue popular en la década de los 70 y 80 con la generalización de los planes de pensiones y en la búsqueda de una norma general que se pudiera aplicar a todos los individuos independientemente de su situación económica.

El problema con esta regla es que todo, desde la esperanza de vida, la edad de retiro, a los retornos por el capital invertido, ha variado. La mayoría de los analistas la considera ultra conservadora, y aconsejan ajustarla restando tu edad a 130 o 140 en vez de a 100.

2. Mantener un 5% o 10% de tu posición en oro.

Otra reliquia de los años 70. La idea que subyace tras esta regla es proteger en cierta medida a nuestra cartera de las incertidumbres económicas, de la inflación, de los riesgos de divisas y de problemas políticos o socioeconómicos.
Tras las últimas caídas del metal precioso parece evidente que dicha cobertura no ha funcionado. Ahora bien, esa regla podría servir siempre que la apliquemos según la valoración del metal precioso. Cuando el precio del oro está en niveles bajos (como los actuales), podemos incluirlo en nuestra cartera con ese 5%-10%. Esa posición debería ir reduciéndose según se acerca a sus niveles objetivos, y eliminarse de nuestra cartera cuando lo alcance.

3. Para retirarse confortablemente, tus inversiones deben generar el 70-80% de los ingresos que recibías mientras trabajabas.

No es una mala generalización, pero es vaga e imprecisa.

Nuestras necesidades para el retiro están en función de nuestra expectativa de vida, buena o mala salud, inflación y gastos, no del salario previo. Vivir una vida de lujo requiere mucho más dinero que estar en casa y ver la televisión. Fallar en generar suficientes ingresos puede forzarte a que en nuestro retiro dejemos de hacer un  montón de actividades que nos harían esos años más agradables.

El pasado año Fidelity Investment hizo una investigación sobre este problema, sugiriendo que los inversores deberían tener en el banco ocho veces su salario final del último año. Fidelity añadía que este ahorro debía ser periódico, comenzando a los 35 años. A los 45 años se debería tener en el banco tres veces el salario anual, a la edad de 55 años, cinco veces, y así hasta llegar a las 8 veces de la edad de jubilación.

4. La tasa de retiro seguro es del 4% de tu cartera cada año.

En 2010, añade Chuck Jaffe, el Premio Nobel en economía William Sharpe, advirtió que esta regla es “fundamentalmente defectuosa”, ya que podría provocar un déficit cuando el mercado está en nuestra contra, y un excedente cuando funciona a nuestro favor, destacando la secuencia “riesgo-retorno” incluida en nuestro plan de jubilación.

Las investigaciones actuales sugieren que la tasa final (ajustada a inflación) podría ser más adecuada situarla ligeramente por debajo del 4%, pero este debe ser un objetivo de referencia no una regla estricta, pues la “cantidad apropiada” depende casi exclusivamente de nuestra capacidad de ahorro.

 

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