"Si Thomas Edison y Henry Ford tuvieran un bebé, ese bebé se llamaría Elon Musk", afirmaba recientemente un analista al hablar del creador de PayPal o Tesla entre otras compañías. Musk tiene millares de fans, y millares de detractores también. Musk es un claro exponente de lo que el economista Robert Shiller definía como “economía narrativa”. Una historia tan convincente que comienza a dominar la conversación, a extenderse rápidamente y a ocupar los titulares. En el lenguaje moderno, la historia se vuelve viral. Musk suele ser viral. Pero hoy no hablaremos de este, a mi entender, genio, sino de la “economía narrativa”, aún si cabe más interesante.
A veces estas economías narrativas producen burbujas como la de los Tulipanes holandeses, o la de las punto com, bitcoin, y porque no decirlo también, la propia Tesla.
Sin embargo, en otras ocasiones las narraciones provienen de buenas fuentes, y describen proyectos muy interesantes y exitosos. Así lo fue Amazon, que en su tiempo, cuando perdía dinero año tras año, también se la consideró como una burbuja.
La pregunta que habría que hacerse es: ¿cómo puedo distinguir una narrativa que merezca la atención y otra que no? El analista Adamn M. Grossman aconseja hacerse estas cinco preguntas:
1. ¿Suena demasiado simple? Las mejores historias, las que más les gusta escuchar y repetir, son las que suenan inteligentes y únicas. Durante la era de las punto com, la gente hablaba de la "nueva economía". Durante la crisis financiera de 2008, la gente hablaba de la "nueva normalidad". Cuando escuchas cosas así, es una señal de que hay que profundizar más.
2. ¿Qué dicen los datos? Si alguien te cuenta una historia, siempre comienza por pedir evidencias. Luego busque sus propios datos, de fuentes imparciales.
3. ¿Cuál es el otro lado de la discusión? A los detractores de Tesla les gusta decir que la compañía nunca ha tenido un año rentable. Eso es cierto, pero lo que no le dirán es que los trimestres recientes han sido rentables, lo que sugiere que las cosas podrían estar yendo en la dirección correcta. Con Internet, generalmente no es difícil encontrar puntos de vista opuestos. Búscalos y úsalos para formar tu propio juicio.
4. ¿Cuáles son los análogos históricos? La semana pasada, alguien me preguntó: "¿Cómo de preocupadas deberían estar las personas por el coronavirus?". Mi recomendación, como punto de partida, fue comparar este brote con los anteriores, como el brote de Ébola hace cinco años. Si bien cada historia es única, generalmente tienen un análogo histórico que es útil para la comparación.
5. ¿Qué pasa si no hay un análogo histórico? En mi estantería, un volumen se encuentra justamente delante: El cisne negro de Nassim Nicholas Taleb. En él, Taleb describe cómo los europeos siempre asumieron que todos los cisnes eran blancos, hasta que viajaron a Australia y descubrieron que también existen cisnes negros.