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En los mercados la experiencia es muy importante, y no siempre para bien

por Carlos Montero Hace 4 años
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"Las expectativas difieren de generación en generación. ¿Cómo lidiar con las experiencias financieras generacionales?  Si creció durante la Gran Depresión, siempre esperará la próxima Depresión. Si fue un inversor durante la Gran Inflación, siempre estará preocupado por la próxima gran inflación. Si fue un gran inversor durante la Gran Crisis Financiera, también estará preocupado por otro colapso", afirma el gurú financiero Mark Rzepczynski en un reciente artículo. Y desde mi punto de vista, tiene toda la razón. Yo soy un gestor de la burbuja tecnológica y de su posterior explosión. Empecé a trabajar en los mercados financieros a principios de la década de los 90, por lo que asistí en toda su plenitud a una de las mayores burbujas financieras de la historia (la especulación en aquellos días era absolutamente asombrosa), y a uno de los mayores crash que se llevó por delante el patrimonio de muchas familias. 

En mi labor de gestor durante todos estos años, siempre encuentro un hueco para un escenario en el que todo se puede derrumbar, y que lo que valía hoy 100, dentro de unos meses puede valer 1. ¿Me ha hecho ser un inversor más prudente? Sin duda. ¿He perdido oportunidades en las grandes tendencias alcistas posteriores? También.

Veamos que dice Rzepczynski al respecto:

Hay eventos generacionales que impulsarán las expectativas y el comportamiento del mercado. Los grandes eventos suelen ser negativos porque suelen ser una sorpresa, ocurren en un corto período de tiempo y causan una ansiedad significativa. Los grandes sucesos tienen una huella en nuestro comportamiento a través de la disponibilidad heurística. Luego buscamos confirmación de que estos eventos negativos ocurrirán nuevamente. Algunas de estas expectativas solo cambiarán cuando esa generación muera, o en el caso de inversores y comerciantes, cuando ya no representen la mayoría de los activos. La aversión al riesgo está relacionada con una serie de características específicas de los inversores:  

- Asociados con las experiencias de la vida: ¿Sufrió o se benefició de un mal evento (crisis financiera, hipotecas, burbuja tecnológica, LTCM, fallas de mercados emergentes, etc.)? 

- Asociados con la edad: ¿Invirtió en el ciclo de vida de estos sucesos?  

- Asociados con pérdidas pasadas: ¿Perdió dinero en la última crisis? 

El desafío es aprender a mirar más allá de estos raros sucesos, pero en realidad, no puedes mirar más allá de ellos porque ya han ocurrido. No son posibilidades sino que representan la realidad. Los grandes sucesos de cola son parte de las finanzas. Podemos minimizar el período retrospectivo para eliminar estos valores atípicos, pero eso no cambia el hecho de que se hayan producido grandes sucesos de cola negativos. El desafío para construir cualquier cartera es identificar y superar posibles sesgos basados en estos eventos generacionales de cola que pueden no ser tan relevantes en el entorno actual y al mismo tiempo dar cuenta de la realidad.  

Algunos de los rendimientos más pobres de los fondos de cobertura pueden estar asociados con una menor disposición a asumir riesgos debido a los sucesos del pasado. El cierre de algunos fondos puede estar asociado con la incapacidad del administrador para conciliar su experiencia histórica con las realidades de hoy. Las cicatrices del pasado unen el presente. Los eventos raros no deben descontarse a cero, sino que se les debe dar su peso apropiado. Desafortunadamente, el peso para eventos raros, pero sustanciales, no es un problema fácil de resolver. Es fácil decir, dar a esos eventos de cola una probabilidad específica, pero es posible que nunca vuelvan a ocurrir en la vida de un inversor. Sin embargo, no tenerles cuenta puede generar su ruina financiera.
 
Quizás el mayor problema de gestión de riesgos es determinar cómo medir adecuadamente la incertidumbre de los eventos de baja probabilidad en un horizonte establecido. ¿Cuál es la probabilidad de un colapso de las acciones de más del 50% en los próximos tres años? 

Existen fórmulas para calcular la probabilidad de crash en los mercados en una muestra histórica. El problema es que pequeños cambios en la configuración del problema, o mirar una muestra más corta, dará respuestas muy diferentes. Más importante aún, ¿cómo deberían responder los inversores a las diferentes probabilidades de estos sucesos poco probables? 

Una respuesta simple es que no importa mucho, porque un inversor siempre debe protegerse contra cualquier evento que tenga una probabilidad mínima de suceder. Aún así, la respuesta de lo que se hará con esta información podría ser radicalmente diferente en función de quién recibe la información. Quizás cada empresa debería tener un amplio conjunto de edades y experiencias en su comité de inversión para compensar o diversificar las percepciones de riesgo de los eventos generacionales.   


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