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El apetito de los Bancos Centrales por el oro no cesa…¿nos debería preocupar?

por Carlos Montero Hace 4 años
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Desde hace algunos meses estamos publicando en estas páginas la preocupación de importantes gurús de mercado sobre el escenario económico que se nos presenta en el medio plazo. No hablamos de una ralentización económica como la que están descontando los mercados de valores, hablamos de una recesión global que podría ser sensiblemente peor a la Gran Recesión de 2008. No es una cuestión de ser alarmista con estos artículos. El objeto es intentar proporcionar todas las visiones que hay en el mercado, y contraponer un escenario algo más pesimista al que actualmente se impone entre los agentes financieros y económicos. A este respecto nos parece interesante la insistente recomendación del economista Guillermo Barba, para que compremos cuanto más oro mejor, pues será la mejor protección a la "debacle económica" a la que nos enfrentamos.

En esta ocasión Barba destaca el "extraño" movimiento que ha realizado el Banco de Polonia, que ha repatriado 100 toneladas de oro desde Londres en un tiempo récord. ¿Por qué razón? ¿Qué esperan hacer con el oro? Veamos: 

El lunes pasado, Adam Glapinski, gobernador del Banco Central de Polonia (BCP) dio a conocer que en 2019 repatrió 100 toneladas de oro -alrededor de 8 mil lingotes “Good Delivery”, desde Londres, que sigue siendo el centro de comercio de oro más importante del mundo.

Pero lo que más llama la atención es la rapidez con que este transporte se realizó, sobre todo, cuando lo comparamos con los cinco años que tomó al Bundesbank -banco central de Alemania-, repatriar 674 toneladas desde Nueva York (NY) y París.

La empresa de seguridad G4S, una de las más grandes e importantes del mundo en cuanto a traslado de valores se refiere, publicó en su portal una crónica de cómo realizó en secreto -a lo largo de varios meses- la transportación de esa enorme carga, valuada en cerca de 5 mil millones de dólares.

El pasado 22 de noviembre, cuatro camiones acorazados de G4S, escoltados fuertemente por vehículos y un helicóptero de la policía, trasladaron desde algún lugar secreto en el noroeste de Londres, hasta uno de los aeropuertos de la ciudad, 20 cajas de madera repletas de lingotes. Un avión de carga Boeing 737 se encargó de volar el oro hasta su destino final: Polonia.

Uno de los responsables del traslado por parte de G4S, dijo que era la octava ocasión en que realizaban ese viaje, a mitad de la noche. Otro empleado dijo que “este es uno de los movimientos privados de oro más grandes entre bancos en el mundo”. Y no hay duda, además de la larga y cuidadosa planeación.

Julian Haskard, director administrativo de G4Si, dijo que era un día histórico en la industria del oro, y “con la creciente inseguridad geopolítica, no es un movimiento sorpresivo”, sentenció. Estamos de acuerdo.

Desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Polonia movilizó 80 toneladas de sus reservas de oro al extranjero, para mantenerlas fuera del alcance de las tropas nazis. Las reservas polacas de oro terminaron divididas entre Ottawa, la Reserva Federal de NY y el Banco de Inglaterra, en Londres.

Este año, además, el BCP compró 125 toneladas más de oro, con lo que su total llegó a 228.6 toneladas al corte de noviembre 2019.

Con el movimiento, alrededor de la mitad del oro de Polonia que se encontraba resguardado en el Reino Unido, ha quedado repatriado.

Glapinski declaró que “el oro simboliza la fortaleza del país”, y que aunque podría venderlo con una alta ganancia, no tienen planes de desprenderse de él. Hacen bien.

Polonia se encuentra en el lugar 23 del ranking de tenencias oficiales según el Consejo Mundial del Oro.

Desde 2009, los bancos centrales se encuentran en una “fiebre del oro” que no cesa. El apetito oficial global es liderado por China, el máximo consumidor mundial, pero es seguido por otros países “no alineados” como Rusia y Turquía, a los que se han sumado otros como la propia Polonia, Hungría y Serbia.

 

Lacartadelabolsa


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