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El gráfico semanal: ¿Por qué no sube el Nikkei?

por Renta 4 Hace 7 años
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El pasado lunes comparábamos la evolución del FTSE londinense y de la libra, y decíamos que tal vez el castigo sufrido por la libra tras el Brexit estaba ya llegando a su final, y que a partir de ahora puede ser más bien el FTSE el que reciba el impacto negativo de la ruptura inglesa con la Unión Europea. Una idea que seguimos manteniendo aunque esta última semana todavía el FTSE haya avanzado ligeramente y la libra haya estado plana frente al euro.

Hoy vamos a hacer un ejercicio similar, pero con el Nikkei y el yen. En los últimos años hemos visto como en general el Nikkei ha subido coincidiendo con periodos de debilidad del yen, sobre todo a partir de finales del 2012, cuando el actual primer ministro Shinzo Abe ganó las elecciones e impulsó la llamada "abenomics" uno de cuyos efectos claros era debilitar al yen.

Al calor de esas políticas y partiendo de niveles muy bajos, el Nikkei tuvo dos impresionantes subidas en 2012 y 2013 (+23% y +56% respectivamente) y luego siguió subiendo, aunque a menor ritmo, en el 2014 (+7%) y 2015 (+9%). Pero en 2016 prácticamente acabó en tablas y este 2017 es la única de las grandes Bolsas que está en negativo en estos primeros meses, acumulando una caída a viernes pasado del 2,35% desde el uno de enero. 

Tal y como se ve en el grafico que adjuntamos, el Nikkei intentó un escape al alza en noviembre y diciembre de 2016, de forma simultánea a una caída del yen frente al dólar, pero al empezar enero el yen empezó a remontar ligeramente frente al dólar y el Nikkei inició una etapa lateral ligeramente bajista que ha durado hasta hoy.

Podemos preguntarnos por qué, y las respuestas pueden ser varias. De las tres "flechas" que Abe prometió siguiendo la vieja leyenda de los samuráis, solo dos se han llevado a cabo (estímulos monetarios extraordinarios y gasto fiscal abundante) pero no se han hecho, al menos no en la medida necesaria, las reformas estructurales, que eran la tercera flecha.

Se podrá decir que tampoco la zona euro ni EE.UU. han aplicado de forma completa las reformas estructurales de sus economías, y es verdad, pero también es verdad que ni la zona euro ni EE.UU. necesitan tan desesperadamente las reformas de fondo como las necesita la economía japonesa.

Y el problema es que tratar de ganar competitividad por la vía de la devaluación del yen tiene límites en un mundo en el que todos intentan que su divisa esté lo más barata posible para exportar más. El yen ha oscilado los últimos cinco años entre los 85 y los 120 yenes por dólar, pero a partir de 2015 parece haber encontrado una banda de fluctuación entre 100 y 120 yenes por dólar, en la que se mueve de forma bastante confortable.

De la misma forma, el Nikkei parece haber encontrado su banda de cotización entre los 15.000 y los 20.000 puntos y parece difícil que pueda superar esta última cota, los 20.000 puntos, si no es con el impulso de reformas estructurales que no parece que vaya a estar dispuesto a llevar a cabo Shinzo Abe, estando como está a las puertas de las elecciones generales de 2018. De forma que desde los 18.664 puntos a los que cerró el pasado viernes el recorrido no parece ser muy largo.

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