“Durante más de cincuenta años invirtiendo en valor en Wall Street nuestra familia jamás compró un negocio que pensáramos que no iba a crecer” Cristopher C. Davis
Para conseguir unas mayores rentabilidades a medio y largo plazo debemos conceder especial importancia a la valoración a la que se encuentren nuestras acciones, pero siempre partiendo de la base de que el aspecto fundamental para conseguir rentabilidad en los negocios que compremos es el crecimiento.Sin crecimiento no hay rentabilidad por muy buena que sea la valoración de una empresa. De especial importancia será el tratar de entrar en negocios excelentes a valoraciones apropiadas, más que a precios de ganga en empresas mediocres. Las empresas excelentes nos darán una posibilidad de participar en un gran negocio a más largo plazo que los segundos, aunque no olvidemos que encontrar algo a precio de ganga aunque no sea tan brillante será también una inversión sobresaliente en muchos casos aunque seguramente no la mantengamos durante tantos años.
En el mercado y en la industria de fondos siempre se hace una distinción muy grande entre:
A la hora de hacer esta distinción se suele asociar el que las empresas value suelen ser menos volátiles en términos generales al pertenecer a sectores más defensivos y ser sus negocios más sólidos y recurrentes por lo que el riesgo que se percibe suele ser menor aunque también puede existir menor potencial de crecimiento en algunos casos, las empresas value suelen cotizar a unos ratios de valoración que suelen ser inferiores como veremos a continuación y pagar unos mayores porcentajes de sus beneficios a los accionistas en forma de dividendos como hemos dicho.
El experto en gestión cuantitativa, gestión de carteras e inversor James P. O´Shanghnessy ha analizado multitud de estrategias de inversión en los últimos cincuenta años y ha establecido diferentes tipos de estrategias que baten a los índices de manera recurrente. En un análisis realizado sobre la bolsa americana que abarca desde 1964 hasta 2009 se ha podido constatar que el conjunto total de acciones del mercado obtuvieron una rentabilidad del 11,2%, pero de todas las estrategias analizadas las más rentables fueron aquellas estrategias que estaban basadas en distintos enfoques valor. Siendo la estrategia denominada como Value Factor 3 que combina las seis siguientes variables (Precio/Valor Contable, Per, Precio/Ventas, Ebitda/EV, Precio/Cash Flow y Recompra de Acciones) como la más rentable al conseguir una rentabilidad anualizada de un 17,39% con una menor volatilidad a la de los índices.
En nuestro análisis siempre vamos a tender hacia empresas value, pero el aspecto diferenciador es apostar por dichas empresas cuando existe una base solida de certidumbre de que van a tener un crecimiento a medio plazo superior al mercado por lo que se van a juntar los dos factores claves para que una inversión tenga un buen comportamiento, ser adquirida con una valoración apropiada (quizá los momentos de pánico sean los mejores para encontrar excelentes valoraciones), pero intentaremos jamás perder de vista el aspecto que trae el éxito a las inversiones, el crecimiento. Por lo que nuestro enfoque se correspondería con una estrategia de inversión más de crecimiento a un precio razonable o empresas de valor que siempre nos reporten un crecimiento interesante a medio/largo plazo.