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Afición o adicción

por Entre el miedo y la codicia Hace 10 años
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Todo el mundo sabe que la adicción patológica al juego se llama ludopatía, sin embargo pocos se reconocen a sí mismos con esa peligrosa adicción, y piensan que lo tienen todo controlado. El primer paso para corregir o salir de una adicción patológica (del tipo que sea) es reconocerlo… pero he ahí el dilema…..
¿¿Donde está la delgada línea roja que separa la afición y la adicción?? Esta pregunta básica se la deberían hacer muchas personas que piensan que controlan la situación y comprometen sus ahorros hasta unos límites que de ninguna manera se pueden permitir y convierten su operativa en una obsesión enfermiza por pegar el pelotazo y obtener dinero rápido.

Los rasgos narcisistas siempre están presentes en este tipo de comportamientos. La operativa en bolsa tiene mucho más glamour que ser adicto a las máquinas tragaperras ( por ejemplo) tiene mucho más caché decir que operas en bolsa a que te vean en la barra de cualquier bar echando moneditas como un poseso. Estas personas se vuelcan en el mercado, no solo para ganar dinero, sino también para demostrar que son más listos que los demás, en muchos casos se “enganchan” porque se creen con un “don especial” porque han encontrado la fórmula matemática adecuada o la pócima mágica para lograr el éxito. Esto les lleva a perpetuarse en el error, son incapaces de asumir las pérdidas y siempre tratan de recuperar lo perdido incrementando el riesgo, como en una partida de póquer, siempre piensan que a la próxima baza jugarán mejor sus cartas….

La inversión en bolsa siempre ha despertado un “ego” muy especial, por esta razón se utilizan productos complejos, que la mayoría de la gente no entiende, pero así es más difícil explicar a los demás y parece que sabes mucho y que eres un experto en mercados financieros.Preocuparse más de lo necesario en buscar información relacionada con los mercados cuando las operaciones son fallidas, en lugar de cerrarlas buscar más fuentes de financiación. Si además comprometemos nuestras relaciones afectivas y profesionales, no solo hay que hacérselo mirar, si no que estamos traspasando la delgada línea roja entre afición y adicción y se puede convertir en un problema muy, muy serio, en una patología, en definitiva.

Querer vivir un mundo de “glamour” lujo y vida fácil que exhiben algunos traders de éxito (sólo hay que darse una vuelta por twitter para comprobarlo) no sólo no existe sino que no hay nada más lejos de la realidad, pero sí es un excelente caldo de cultivo para este tipo de patologías… aunque eso ya es otra historia que merece un capitulo o dos o diez aparte.

Un poquito de introspección nunca viene mal.

@avalonmarga

 


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