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Los peligros de los créditos rápidos

Los créditos rápidos ofrecen una forma de obtener dinero urgente con pocos requisitos, pero su coste es mucho más elevado que los préstamos bancarios
por Dinero y créditos Hace 8 años
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Si no vives aislado en las montañas, seguro que has oido hablar alguna vez de los créditos rápidos y has visto anuncios en televisión e Internet de algunas entidades prestamistas que ofrecen este tipo de producto de financiación urgente. Algunas de estas entidades son bien conocidas e incluso patrocinan a equipos deportivos.

Peligros créditos rápidosSe trata de productos que ofrecen un dinero rápido, en no más de 24 horas, para utilizar en lo que se desee, con muy pocas explicaciones, unos requisitos bastante reducidos y un papeleo mínimo. La facilidad para obtener uno de estos préstamos, unida a la falta de crédito por parte de los bancos en los últimos años, han catapultado este tipo de financiación, haciendo que surjan multitud de entidades que los ofrecen.

Pero estos productos, a pesar de sus múltiples ventajas, no son tan bonitos como pueden parecer, y esconden algunas desventajas que hay que tener en cuenta antes de solicitarlos.

Coste elevado

El principal problema de los créditos rápidos es que son bastante más caros que los que ofrecen los bancos. Se trata de un sobrecoste que hay que asumir a cambio de disponer de dinero inmediato, con pocos papeleos y pocas condiciones.

Al ofrecer estas facilidades, las firmas prestamistas asumen un mayor nivel de riesgo de impago del que suelen asumir las entidades financieras tradicionales. Por ello, deben repercutir este riesgo en las comisiones e intereses que cobran para poder cubrir las pérdidas ocasionadas por la mayor tasa de impagos.

Peligro de sobreendeudamiento

Es un producto al que recurren normalmente personas que no han podido disponer de un préstamo bancario, por lo que suelen tener más dificultad para devolver el dinero y pueden acabar pidiendo un crédito para tapar otro y así entrar en un bucle con efecto bola de nieve, en el que cada vez se está más endeudado y no se puede encontrar una salida fácil.

Consejos para solicitar créditos rápidos

A pesar de los peligros que comportan, los préstamos urgentes pueden resultar útiles en ocasiones puntuales, cuando las circunstancias requieren disponer de dinero rápidamente y no hay otra alternativa para conseguirlo. Aún así, hay que tener algunas recomendaciones en cuenta antes de solicitarlos:

  • Agotar las alternativas. Si es posible recurrir a alguna otra vía menos cara de obtener ese dinero mejor. Este tipo de financiación a corto plazo debe ser una última opción.
  • Asegurarse de que se va a poder devolver el dinero al vencimiento. Para evitar el sobreendeudamiento antes mencionado es importante que se devuelva el dinero a tiempo. Si no tenemos claro que lo vamos a poder hacer es mejor no solicitarlos.
  • Comparar e informarse sobre las distintas compañías. Hoy en día existen muchas firmas que ofrecen créditos rápidos, por lo que es interesante obtener información sobre las condiciones de cada una para poder recurrir a la que más se adapte a nuestras posibilidades. Para ello, existen comparadores y páginas webs que reúnen a las mejores entidades y los datos de cada una.
  • Devolverlos cuanto antes. Si dispones del dinero para devolver el préstamo, lo más sensato es pagar la deuda y no esperarse a que termine el plazo. La mayoría de entidades sólo cobrarán por el tiempo del que has tenido el importe en tu poder y, al tener un coste tan elevado, devolver el dinero antes de tiempo va a suponer un ahorro importante en intereses y comisiones.
  • Aprovechar ofertas y promociones. Una de las más destacables son los créditos gratis, que ofrecen algunas entidades para los nuevos clientes. De esta forma, no pagarás ningún gasto en concepto de intereses o comisiones. El dinero que recibes será el que devuelvas, ni un euro más. Se trata de una oferta muy interesante que te puede servir para alguna situación puntual.
  • No utilizarlos de forma habitual. Se trata de préstamos para utilizar como último recurso, nunca deben ser usados como financiación habitual por los peligros antes mencionados.

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