image

La salida de Grecia del euro ya no sería un desastre

por Carlos Montero Hace 9 años
Valoración: image5.00
Tu Valoración:
* * * * *

¿Quién hubiera pensado que Grecia estaría al borde de una nueva crisis? En realidad, muchos de los economistas pronosticaban que eso era justo lo que iba a pasar. Pero, ¿qué es lo siguiente? Las finanzas públicas griegas se han administrado mal durante muchos años. Gran parte del gasto del gobierno griego ha desaparecido, incluyendo la jubilación ridículamente temprana dentro del sector público. Mientras tanto, en una gran parte del sector privado, el pago de impuestos ha sido laxo. Por lo tanto, puede entender fácilmente la indignación de los contribuyentes alemanes que piensan que su dinero duramente ganado va a "ayudar a los griegos".

El progreso griego ha sido hasta ahora extraordinario. De un déficit presupuestario del 15% en 2009 hemos pasado al pronosticado 1% de este año. Y el próximo año el presupuesto debe estar en superávit, señala Roger Bootle, presidente ejecutivo de Capital Economics.

"El problema es que esta mejora macroeconómica no se ha reflejado en el ciudadano griego. Los ingresos medios reales han caído y el desempleo, aunque ligeramente por debajo del máximo, sigue estando sobre el 25%.

La deflación se ha instalado en el país. En el último año, los precios han caído un 1,2%, y debe seguir cayendo. Esto significa que incluso si el PIB real aumenta un poco, la relación deuda PIB podría elevarse. Y sin embargo, todavía Grecia tiene que apretarse el cinturón.

En estas circunstancias no es de extrañar que el principal partido de la oposición, Syriza, haya pedido el fin de la austeridad y que se perdone una buena parte de la deuda griega.

Para algunos analistas, lo que Syriza es una locura. Sin embargo, si algo es una locura es, sin duda, seguir por el mismo camino. Desde 2008, Grecia ha sufrido una caída del PIB de alrededor del 25%, más o menos equivalente a la caída que se produjo en los EE.UU. y Alemania durante la década de 1930.

Pero es poco probable que Merkel puede conceder lo que está exigiendo Syriza. Una quita de deuda podría ser posible, pero no podrá admitir el fin de la austeridad. Si lo fuera, entonces, ¿cómo podría obligar a España, Italia, Portugal y, cada vez más, Francia, ha mantener las medidas de austeridad? Así que si hay un enfrentamiento y Syriza no da marcha atrás, Merkel obligará a Grecia a salir del euro.

En cierto modo, esto suena como una repetición de la crisis de 2012. Sin embargo, dos cosas han cambiado desde entonces - y hacen que una salida de euro sea más probable, no menos.

En primer lugar, excluyendo los pagos de intereses de la deuda, el gobierno griego está en superávit. Así que si hubiera un default o se retrasaran los pagos de intereses, tendría dinero de sobra.

Aun así, los críticos dicen que un default sería desastroso, ya que nadie prestaría dinero al gobierno griego nunca más. Tonterías. La historia sugiere que en cuestión de meses los banqueros de inversión volverían a tocar la puerta.

Y esto no es simplemente el resultado de una potente mezcla de codicia y mala memoria. Lo que los prestamistas temen no es la historia de un reciente default, sino la perspectiva del futuro. Y una vez que un país ha incumplido sus pagos, la perspectiva de otro incumplimiento en el próximo año o dos es realmente baja.

El segundo factor que ha cambiado es que el gobierno alemán ahora cree que la eurozona es capaz de soportar una salida de Grecia del euro sin un gran efecto. Lo que temían en 2012 era un contagio de Grecia a España, Italia y Portugal. Ahora calculan que con los diversos mecanismos de ayuda, eso es menos probable.

Si un impago de deuda en Grecia y su salida del euro produce un caos en el país, el resto de países se pensarían mucho seguir la misma senda. Los gobiernos advertirán a su pueblo que si no se cumplen las medidas de ajuste, acabarán como Grecia.

Sin embargo, el verdadero riesgo para la zona euro sería que la quiebra de Grecia y su salida del euro fuera un éxito y que después de un año, Grecia comenzara una recuperación vigorosa gracias a la debilidad del dracma. En ese caso, los ciudadanos de Italia, España y Portugal se preguntarían: "si Grecia puede hacerlo ¿por qué no nosotros?". La zona euro podría romperse rápidamente.

Por supuesto, nadie quiere que Grecia deje el euro. Sin embargo, el país necesita desesperadamente un crecimiento económico decente. El fin de la austeridad y una condonación de la deuda sería la mitad del trabajo. La otra mitad sería mejora la competitividad.

Si Grecia sale del euro y devalúa su moneda, los medios lo interpretarían como un desastre absoluto para el país. Sin embargo, en economía, las cosas a menudo resultan diferente a como parecen inicialmente.

Las crisis monetarias son dramáticas, aunque suelen producir buenos resultados a la larga.

Por supuesto, Grecia podría entrar en caos. Pero un default y salida del euro le daría la posibilidad de escapar de esta terrible situación. Arar el mismo surco una y otra vez solo traerá miseria y desastre."

 

Fuentes: Roger Bootle, presidente ejecutivo de Capital Economics


Compartir en Facebook Compartir en Tweeter Compartir en Meneame Compartir en Google+