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Krugman, Krugman, Krugman...¿cómo pudiste estar tan equivocado?

por Carlos Montero Hace 1 año
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El premio Nobel de Economía y prominente columnista de The New York Times, Paul Krugman, publicó la semana pasada una columna admitiendo rotundamente que se equivocó al pensar que la inflación en Estados Unidos no sería tan mala. Una semana atrás de esta publicación, todavía se le podía leer defender su argumento de que ya había pasado lo peor del alza de precios más elevada de los últimos 40 años en la Unión Americana. En su artículo titulado ‘Me equivoqué sobre la inflación’, Krugman comenzó relatando el intenso debate entre los economistas sobre las posibles consecuencias del Plan de Rescate Americano, el paquete de casi 2 trillones de dólares promulgado por el entonces nuevo presidente Joe Biden y su entrante Congreso demócrata. 

Destacó que había dos grupos de economistas: algunos advirtieron que el paquete sería peligrosamente inflacionario (Team Inflation) y otros estaban bastante relajados (Team Relaxed). Krugman aceptó que él era del “equipo relajado” y al final resultó que, por supuesto, estaba equivocado. La inflación es la peor vista en décadas… y seguirá agravándose.

“Aun así, la experiencia histórica no nos habría llevado a esperar tanta inflación por sobrecalentamiento. Así que algo andaba mal con mi modelo de inflación, nuevamente, un modelo compartido por muchos otros, incluidos aquellos que tenían razón en preocuparse a principios de 2021. Sé que suena tonto decir que el Team Inflation estaba correcto por las razones equivocadas, pero también es posiblemente cierto”, indicó en la columna que escribe desde hace 22 años.

El columnista afirmó que no podía ver la gravedad de la inflación porque el debate y la forma en que se han desarrollado las cosas eran más complicados de lo que la mayoría de la gente cree, incluso señaló que los analistas de ambos equipos sabían que la inflación iba a llegar, incluso él, aunque ambos lados no estaban de acuerdo en el nivel de inflación que se produciría. 

“Todo el mundo en el debate estaba de acuerdo en que el gasto deficitario estimularía la demanda; todo el mundo estaba de acuerdo en que una economía más fuerte con una tasa de desempleo más baja tendría, en igualdad de condiciones, una tasa de inflación más alta. Lo que tuvimos en cambio fue una discusión sobre magnitudes”, escribió. 

Krugman argumentó que el plan de rescate era enorme en términos de dólares, y el Team Inflation advirtió que el multiplicador conduciría a una economía muy sobrecalentada. No obstante, se dejó guiar por la “experiencia histórica” y creyó que la estructura del plan llevaría a un aumento del PIB mucho menor de lo que sugeriría la cifra principal y que si se produjera un rebasamiento temporal del PIB y del empleo, no aumentaría bruscamente la inflación. 

La pandemia alteró todo: la justificación de Krugman

El premio Nobel afirmó que el multiplicador del plan de rescate parecía relativamente bajo desde su punto de vista, pero “la inflación se disparó de todos modos”. Admitiendo que sus predicciones le fallaron, Krugman justificó su error al señalar que las interrupciones asociadas a la pandemia causaron gran parte del aumento de la inflación.

“La gente gastó menos dinero en servicios y más en bienes, lo que provocó una escasez de contenedores de transporte, una capacidad portuaria sobrecargada, etc. Estos trastornos ayudan a explicar por qué la inflación aumentó en muchos países, no sólo en Estados Unidos”, escribió. Si bien destacó que en el principio la inflación se limitaba principalmente a una parte relativamente estrecha de la economía, la experiencia histórica no lo habría llevado a esperar tanta inflación por el sobrecalentamiento de la economía.

Una vez más, justificó su error señalando que quizás las perturbaciones asociadas a la adaptación a la pandemia siguen desempeñando un papel importante, además de que nadie esperaba la invasión rusa de Ucrania y el cierre de las principales ciudades por parte de China, lo cual ha tenido un mayor efecto inflacionario. 

Krugman cierra su columna diciendo que “Nadie lo creerá, pero después de la crisis de 2008, los modelos económicos estándar funcionaron bastante bien y me sentí cómodo aplicando esos modelos en 2021. Pero en retrospectiva, debería haberme dado cuenta de que, frente al nuevo mundo creado por Covid- 19, ese tipo de extrapolación no era una apuesta segura”, por lo cual “toda la experiencia ha sido una lección de humildad”.

Los premios y doctorados no otorgan la razón

Quizás el mayor problema con los premiados economistas keynesianos, que gustan de modelos matemáticos para “arreglar el mundo”, es justo ese: casi siempre buscan extrapolar las experiencias y datos del pasado y los proyectan hacia el futuro, como si la economía fuese una maquinaria predecible que se ajusta con simples “apretones de tuerca”.

No. La economía no es una ciencia exacta, sino una ciencia social y más específicamente, una ciencia de la acción y el comportamiento humanos.

Como tales, las personas no reaccionamos de la misma manera incluso a idénticos estímulos en distintos momentos, con lo que resulta muy falto de entendimiento creer que la economía se arregla viendo lo que ocurrió antes y suponer que ocurrirá lo mismo más tarde, aun en circunstancias por completo distintas.

Por si fuera poco, Krugman hace como si el trillonario estímulo de gasto gubernamental no hubiese estado acompañado de una histórica inyección de dinero a cargo de la Reserva Federal (Fed) por más de tres trillones de dólares y de una baja de tasas de interés a cero por ciento. 

¡Solo un mal economista monetarista o keynesiano como Krugman no habría podido prever lo que ocasionaría todo eso en un contexto de destrucción de la oferta por el confinamiento y el cierre al que fueron obligadas millones de empresas en todo el planeta!

Más grave todavía: La Fed ahora está retirando la liquidez de dinero inyectada los últimos dos años, pero NADA de eso hará que las empresas quebradas y destruidas por el confinamiento revivan de la nada. No. Reactivar la oferta y las cadenas de suministro globales tomará años, por lo que más nos vale prepararnos mentalmente para una inflación que se mantendrá alta también por un largo rato.

Fuente: Guillermo Barba - Propia.


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