La buena evolución de los datos de empleo durante los últimos dos años ha trasladado el foco de la polémica no ya a la falta de empleo —aun cuando siga siendo alarmante— sino a la calidad del empleo creado. Hasta ahora, sin embargo, la mala calidad se predicaba sólo con respecto a una variable: el tipo
España lleva más de ocho meses sin gobierno y no sería sorprendente que la situación se prolongara al menos otro medio año. La aritmética parlamentaria ha sido lo suficientemente endiablada como para que ninguna coalición política factible alcance la mayoría absoluta, de manera que el b