Si el gobierno se niega a recortar el gasto, no queda otra que aumentar la recaudación para reconducir el déficit. Y si no se quiere asumir el coste electoral de un incremento de los tipos impositivos, a corto plazo sólo cabe reforzar la lucha contra el fraude fiscal. Ciertamente, perseguir el fraude fiscal tiene buena prensa:
Hoy quiero empezar con una extraña confesión: mi experiencia leyendo y escribiendo sobre peak oil y temas energéticos no me llevó a escribir sobre el apocalipsis de los recursos ni una novela madmaxista. A fuerza de sumergirme en el tema, acabé escribiendo una novela de romanos. La maldición de las Á