Desde los albores de la historia humana, nuestras actividades han dejado un impacto en la Tierra, desde la recolección de alimentos hasta la agricultura, desde la construcción de casas y ciudades hasta los viajes a través de los océanos. Y a medida que la población mundial se expandió y las civilizaciones se volvieron más complejas, ese impacto creció a la par. La agricultura masiva, la extracción de recursos naturales y la creación de infraestructura urbana son solo algunos de los marcadores visibles del desarrollo humano moderno.
Adam Symington mapea el alcance del impacto de la humanidad en el mundo desde 1993 hasta 2009, utilizando la información proporcionada por el artículo científico titulado "Global Terrestrial Human Footprint Maps for 1993 and 2009".
Variables para Medir el Impacto Humano
Para trazar y medir con precisión el impacto humano, las investigaciones compilaron estudios y encuestas de 1993 a 2009 en ocho variables de "presión" humana:
Estas diferentes presiones luego se normalizaron y ponderaron, ya que algunas tienen un impacto notablemente mayor en los entornos circundantes que otras. Una vez trazados y superpuestos, podemos ver dónde fue mayor el impacto humano.
¿Qué causó el mayor impacto?
Según la investigación, los aumentos en la densidad de población, el desarrollo de viviendas y las redes viales y ferroviarias fueron los principales factores de crecimiento del impacto humano.
Esto hizo que la huella general aumentara drásticamente en los centros urbanos más densos del mundo. Los más brillantes y visibles en el mapa incluyen:
Muchas otras áreas en América del Sur, África central y el sur de Asia también vieron un aumento en el impacto humano debido al aumento de la urbanización y la agricultura. Especialmente notable es el crecimiento relativamente uniforme del impacto humano en Pakistán, India y Bangladesh.
Desiertos vírgenes
Si bien la huella de la humanidad ha transformado varias partes del mundo, algunas áreas no han sido tocadas, hasta cierto punto.
Los gélidos terrenos árticos del norte de Canadá, Groenlandia, Islandia y el este de Rusia apenas experimentaron cambios entre 1993 y 2009.
Del mismo modo, la selva amazónica en América del Sur, el desierto del Sahara en África, la meseta tibetana en Asia y el desierto en Australia Occidental tenían grandes extensiones de tierra casi sin impacto humano. Sin embargo, todos tenían pequeños parches de impacto humano medido, ya sea a través del desarrollo de infraestructura o la extracción de recursos.
Y aunque todavía había rincones de la Tierra con poco o ningún impacto humano en 2009, los cambios desde entonces en la demografía, la política y el consumo podrían tener un efecto enorme en la huella de la humanidad tanto ahora como en el futuro.
Fuente: VisualCapitalist - Propia.