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El Economista jefe del FMI ha escrito un artículo sobre Grecia en el Blog de la Institución que ha generado cierta controversia. Antes de comentarlo debemos conocer algunos antecedentes:

 

1. El FMI ha mostrado en el pasado reciente su disconformidad sobre el desarrollo de la asistencia al país, en parte por no liderar las condiciones de la asistencia y en parte por el incumplimiento de las contrapartidas....pero también porque desde hace tiempo también alude a la necesidad de reducir el tamaño de la deuda

2. El FMI paró la negociación con el Gobierno griego (más tarde su portavoz aclaró que no hubo tal interrupción, pero sí se ha pasado a una negociación telemática y no tanto presencial) ante la falta de avances con respecto a las reformas y ajustes pendientes, especialmente en impuestos, pensiones y mercado de trabajo

3. El Gobierno griego ha rechazado las medidas de austeridad, considerándolas fracasadas no sólo en Grecia sino también a nivel mundial. Y naturalmente hace al FMI responsable de este fracaso 

Es interesante destacar que las negociaciones ahora no se centran en un nuevo acuerdo de asistencia si no en el que se firmó ya en 2012. Por un lado, las autoridades griegas se comprometían en aquel momento a lograr un superávit primario del 3 % del PIB este año y hasta el 4.5 % el próximo ejercicio. Y reformas en todos los ámbitos para aumentar el crecimiento potencial. Los acreedores oficiales responderían con toda la financiación que fuera precisa. Este era el acuerdo entre las partes.

Un superávit primario menor al señalada conlleva más financiación, aceptación de más deuda pública cuando las previsiones (Citi) actuales ya superan el 178 % del PIB. Las nuevas autoridades (hubo un cambio de Gobierno en enero) rechazan los ajustes acordados, como hemos visto en la introducción. Pero, los acreedores no quieren dar más financiación. Estamos hablando del FMI, del ECB y del Eurogrupo que deben responder por la asistencia ya aportada. Y defender que sea devuelta.

 

Por lo que respecta a las reformas, es evidente que el pueblo griego no las quiere. Pero, por otro lado, para los acreedores (encabezados por el FMI) son reformas necesarias para hacer sostenible la recuperación. Y la deuda. De hecho, sin reformas o con reformas limitadas el País acabará necesitando más financiación. El resto, como dije antes con respecto a las limitaciones de los acreedores para dar fondos, es obvio.

La última propuesta de los acreedores pasaba por dar dos años más de plazo para alcanzar el objetivo del superávit primario de medio plazo en niveles del 4.5 %, bajando el nivel necesario para este año desde el 3 % que mencionaba antes hasta el 1 %. Y complementándolo con reformas más limitadas a lo acordado en principio. Naturalmente, el Gobierno griego debería ser capaz de ofrecer garantías y mayor firmeza para conseguir los nuevos objetivos. En concreto, se pedían decisiones sobre el IVA y recorte en pensiones. Los salarios y pensiones públicas suponen el 75 % del gasto primario; hablar de ajustes y obviar esto no hace creíble ningún acuerdo que propongan las autoridades griegas. Y no son estos momentos para no ser creíbles, tanto a nivel doméstico como internacional.

Pero el economista del FMI también menciona en el Blog que probablemente en un futuro sea necesario aplicar una reestructuración de la deuda, incluyendo haircut.

Al final, es llamativo como el FMI se muestra cada vez más de acuerdo en que el ajuste de la deuda es (será) imprescindible para el futuro. En esto coincide precisamente con las autoridades griegas, aunque estas se inclinan por aplicarlo lo antes posible para "no comprometer el futuro económico". Naturalmente, difieren en los ajustes fiscales y reformas de pensiones/empleo.

Dice Tsipras que el FMI es partidario del ajuste de deuda, pero pide medidas de ajuste suicidas. Mientras, califica a las autoridades europeas como más flexibles con respecto a las medidas de ajuste pero rígidas a la hora de debatir ajustes de deuda.

Naturalmente, el Gobierno griego quiere lo mejor de estas propuestas: reestructuración de la deuda con ajustes mínimos o directamente inexistentes. ¿Es posible una solución en este escenario? Siempre se puede aplazar el debate sobre la deuda, al mismo tiempo que se busca un acuerdo en los ajustes y reformas. De hecho, lo más sencillo sería simplemente aceptar que estos se van a producir en el futuro. ¿Un aplazamiento del acuerdo y extensión del Segundo rescate? hemos escuchado esta posibilidad, a través de rumores. Rumores hace una semana desde los acreedores europeos y ayer mismo desde fuentes griegas. Pero, esto, siendo muy complicado para las autoridades europeas, sería casi imposible de aprobar por el FMI que no responde a factores políticos y si a criterios técnicos. ¿Se podría quedar fuera el FMI de la asistencia? Pero, de acuerdo con el Gobierno alemán, esto es impensable. Con todo, ya hemos comentado la flexibilidad de la clase política cuando hay necesidad de ser flexible. Quedarse fuera no significa recuperar ya su aportación (un tercio del total) como no proporcionar más financiación. ¿Y quién pondría el dinero en ese caso? Les dejo que lo adivinen.

El Eurogrupo será el jueves. Y ya hemos escuchado rumores sobre la posibilidad de un Consejo Europeo de urgencia este mismo domingo. Veremos.


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