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Voltaire, Bancos Centrales y lo que nos viene

"El blog de @mariadelamiel" de María Muñoz
por Observatorio del Inversor de Andbank Hace 9 años
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"Si alguna vez ven saltar por la ventana a un banquero suizo, salten detrás. Seguro que hay algo que ganar." Voltaire

Miren, los suizos nunca dan puntada sin hilo. Han decidido que ya no quieren euros. ¿No? ¿Seguro? ¿Cómo es eso? 

Como ya sabrán (es el tema más comentado desde el pasado jueves con permiso de las elecciones griegas), el Banco Nacional de Suiza (SNB) decidió, entre otras cosas y contra todo pronóstico, poner fin al tipo de cambio 'fijo' entre el franco suizo y el euro. Cambio que llevaba algo más de tres años intervenido artificialmente con el fin de proteger la economía suiza de una fuerte revalorización de su divisa que, siempre y sobre todo en aquellos momentos, sirvió de refugio para aquellos capitales que huían de la Crisis de Euro. Traducido al lenguaje de los mortales: cuando la Euro Zona debatía la supervivencia de su moneda, el franco suizo sirvió como refugio de muchos capitales que trataban de evitar una posible desaparición de la divisa común. La gente vendía euros y compraba francos. Como en todo, el exceso de demanda hizo que el franco se revalorizara, encareciendo la exportaciones, afectando al crecimiento de la economía suiza. Para evitarlo, el SNB intervino el tipo de cambio frente al euro fijándole un tope de 1,20. O lo que es lo mismo, 1 euro no podría cambiarse por menos de 1,20 francos. Porque lo contrario sería una revalorización de su divisa más allá de lo que los suizos querían. 

Y ¿cómo conseguía mantener este tipo de cambio? Pues imprimiendo francos, vendiéndolos y comprando euros. Sí, el SNB ha sido durante los tres últimos años el mayor comprador de euros. 

La historia de esta intervención terminó la semana pasada cuando el Tribunal Europeo de Justicia, tras una opinión favorable y apenas condicionada, dio luz verde a una serie de medidas aprobadas por Draghi en verano de 2012 dentro de aquel "haré todo lo que sea necesario para salvar al euro, créanme", medidas que nunca jamás han llegado a aplicarse pero bastaron para frenar la espiral de pánico en la que se había metido la moneda común, hablamos de las OMT- Outright Monetary Transactions. Este "visto bueno" de la Justicia Europea dejaba la puerta abierta a que el BCE, dentro de su mandato de velar por la estabilidad de precios en la €uroZona, pudiera adoptar (con o sin el visto bueno de Alemania) medidas más ambiciosas, como el archiansiado Quantitative Easing (QE) [lean "Mi madre ya sabe lo que es el QE", publicado hace unos meses en este mismo blog]. 

Ante este panorama, y viendo que las intenciones de Draghi son las de iniciar una política de devaluación del euro cómo única (y última) solución para conseguir inflación en la zona común (recordemos que la teoría economica dice que un euro más barato hará subir los precios al hacer las importaciones más caras y también deberá impulsar el crecimiento de las exportaciones), el SNB ha tirado la toalla, no va a poder seguir ligando su política económica a la del BCE, no va a poder seguir comprando euros para proteger a su divisa... Ahora cambien "poder" por "querer" que es la otra lectura: el SNB ya no quiere tener euros bajo una política más italiana que alemana. Como decía mi compañero Alex Fusté (Chief Economist de Andbank) "Tras procesar esta información, los suizos han decidido asumir costes (pérdidas de sus bancos al haber dado prestamos en CHF's al exterior), pero han valorado (inteligentemente) que es mejor abandonar la fiesta después del cambiazo (creían que tenían un peg con el EUR, y le han dado la fea Lira)." 

¿Y ahora qué? Pues nada más (y nada menos) que esperar a mañana jueves, a la reunión del BCE, en la que con toda probabilidad Draghi empleará su última bala, la de la devaluación del euro a través de la compra masiva de activos. Las expectativas generadas son altísimas (y así lo demuestran los actuales niveles del Euro frente a otras divisas, el Euribor a un mes en terreno negativo, las alzas de la renta variable, la caída de las rentabilidad de los bonos, ...) por lo que no sería descartable que alguno de los detalles que se den (o la falta de ellos) decepcione al mercado. Estén preparados.  

¿Y esto, el QE y la devaluación del euro, es bueno o malo? Pues depende de a quién se lo pregunten. Muchos celebrarán la llegada del torrente de dinero y ¿cómo no lo van a celebrar si ello supone el fin de la austeridad y el retraso de las reformas? Vale, estoy de acuerdo, a nadie le gusta sufrir, pero que no les engañen, la realidad de la devaluación de la moneda común conlleva la erosión de los ahorros, la pérdida de salario real, la depreciación de los activos de la zona euro y el encarecimiento de las compras de productos extranjeros por parte de los importadores europeos aumentando los precios ¿Seguro? Yo no veo signos de inflación cercana a los objetivos establecidos ni en EE.UU, ni en UK, ni en Japón. Que no les engañen, que, aunque nos lo vendan diciéndonos "¡nos hará más competitivos!", la realidad es que la devaluación de nuestra moneda común nos empobrecerá.

 Suiza lo tiene claro. ¿Y ustedes?


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