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Informe del euro frente al yen, escenario de las hipotecas multidivisa en yenes

por Ismael de la Cruz Hace 9 años
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Siempre es un buen momento para hablar de las hipotecas multidivisa, concretamente en yenes, una de las más seguidas por todo lo que ya sabemos que sucedió en el pasado. Así pues, hablemos un poco de este producto y veamos el escenario del euro frente al yen.

Un poquito de historia de las hipotecas multidivisa en yenes

La hipoteca multidivisa fue un medio para lograr que una hipoteca tuviera una cuota periódica más baja que si se realizaba en la moneda euro. Así pues, las hipotecas multidivisa, concretamente en yenes, que hace años se comercializaban en España y que muchos inversores acudieron a ella en busca de reducir la carga de la cuota hipotecaria cada mes, tenían como objetivo el bajo tipo de interés que tenían estas hipotecas y el hecho de que se esperaba que el yen se depreciara frente al euro.

En el año 2008 tuvieron su época dulce con el yen que se convirtió en la moneda estrella, caía con fuerza y el tipo de interés aplicado en Japón era más bajo que el euríbor. Pero como en toda inversión, hay que tener un plan B para el caso de que las cosas no salgan como se espera y por desgracia la mayoría de los inversores no lo tenían.

En el mes de julio del 2008, el yen comenzó su escalada y los que contrataron su hipoteca en la moneda nipona en ese momento consiguieron todo lo contrario a lo que perseguían: perder dinero y encarecer sus cuotas. Este tipo de hipotecas son un mecanismo complejo y hay que estar muy encima de la evolución de la divisa con la que hacemos la hipoteca. Solo es aconsejable para inversores especializados en divisas o bien para profesionales de la misma.

La hipoteca multidivisa por excelencia en los últimos años fue, como ya les he comentado, con la moneda japonesa, el yen, ya que históricamente el yen siempre ha estado con unos ratios más bajos que el euro. Se tenía a favor los tipos de interés cercanos a cero de los que disfrutaba Japón desde hace años y la posibilidad de que un alza de tipos era algo poco probable por la espiral deflacionista en la que se encontraba Japón desde hacía una década.

El riesgo, por tanto, era que la divisa se apreciara contra el euro. Un amenaza que se convirtió en realidad tras el terremoto de Japón y la posterior crisis nuclear, ya que los inversores repatriaron capital a Japón, con la consiguiente apreciación del yen, que tocó máximos no vistos desde la Segunda Guerra Mundial en su cruce contra el dólar.

La consecuencia principal es que se encareció el préstamo. Por ejemplo, si alguien hubiera solicitado una hipoteca media de 150.000 euros en el año 1999, ese mismo crédito solicitado llegó a convertirse hace poco tiempo en 175.250 euros, ya que el euro se cambiaba en 110 yenes, frente a los 132 de hace doce años. Evidentemente, los que se enfrentan a un problema son quienes contrataron una hipoteca con el yen en mínimos (169 yenes por euro).

Quien tenga contratada una hipoteca multidivisa siempre tiene la opción de poder cambiarla a euros. Sin embargo, eso tiene un coste. Este coste no sólo tiene en cuenta el tipo de cambio, sino que el hipotecado debe asumir una comisión de reconversión del 2 por mil sobre el capital y en ocasiones, una comisión por cierre de ese préstamo y la contratación de otro. Además, el diferencial que se aplica cuando se muda a euros suele ser más alto.

¿Qué podemos esperar del euro y del yen?

Abenomics es el nombre con el que se conoce popularmente a la política económica que comenzó hace un año el Gobierno de Japón, una estrategia que se basaba en tres cimientos: una política monetaria fuerte y agresiva, una política presupuestaria fuertemente expansiva, reformas estructurales. Pero los planes no están saliendo como se esperaba, el Abenomics no está funcionando. Si bien es cierto que la inflación pasó a ser positiva tras 15 años de deflación, siendo realistas hay que decir que no se debió a la mejora de la economía, sino a que las importaciones se encarecieron.

El Banco de Japón comentó recientemente que mantendrá su actual política monetaria y el programa de compra masiva de deuda pública iniciado en abril del 2013 para intentar que la inflación alcance el 2% en el 2015. El mensaje es muy claro: la entidad confía en lograr sus objetivos con las medidas vigentes. De todas formas, yo no descartaría que tuviesen que activar nuevas medidas de flexibilización adicional.

Llegó el mes de abril y la entrada en vigor del incremento del impuesto sobre el consumo del 5% al 8%. Este hecho seguramente hará que muchas personas gasten menos y el consumo se resienta, algo que no favorecería al Abenomics, la reactivación de la economía nipona podría verse afectada de la mano del consumo.

Por tanto, las medidas de expansión monetaria se están diluyendo poco a poco y como consecuencia de ello el yen no logra depreciarse más frente a la divisa comunitaria.

En mi opinión, el Banco de Japón por el momento mantendrá sus medidas y el Banco de Japón seguirá muy atentamente el efecto de la subida de la presión fiscal, de manera que si lastra el crecimiento, se verá obligado a incrementar su estímulo monetaria, impulsará las compras de bonos, con lo que la oferta del yen y la de los rendimientos de deuda pública se incrementarán, produciendo una nueva depreciación de la divisa nipona. Por tanto, desde el lado del yen, sin novedades y no volverá a depreciarse mientras no suceda lo que les acabo de comentar.

Desde el otro lado, el del euro, la cuestión radica en que la apreciación del euro no deja de ser un problema para la eurozona, las exportaciones se ven perjudicadas y la caída de los precios y de la inflación se acelera. La idea que hay que tender presente es que mientras el BCE no anuncie medidas monetarias no convencionales, el euro no cederá.

El Banco Central Europeo seguramente todavía no se decida por las compras de activos a gran escala (expansión cuantitativa). Pese a estar la inflación de la eurozona en el 0,5%, el BCE es aún reacio a recurrir a esta medida, ya que es más complicada en la eurozona, puesto que la región la conforman muchos países con diferentes gobiernos, aparte del problema que supone no violar la normativa vigente, concretamente en lo referente a la prohibición de financiar a los Gobiernos.

Como ya les vengo comentando hace unos meses, el Eur/Jpy (euro/yen) seguirá lateral, sin una tendencia definida, mientras unos de los dos Bancos Centrales no actúe (el BCE o el BoJ). La actuación del BCE seguramente debilite al euro (bajadas en Eur/Jpy), la del Banco de Japón debilitaría al yen (subidas en Eur/Jpy).


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