image
Valoración: image0.00
Tu Valoración:
* * * * *

Sigo pensando que, bajo las peculiaridades propias de cada país, lo cierto es que el verdadero detonante de la Crisis actual en las economías/mercados emergentes es China. Pero, ¿puede llegar a deteriorarse más la situación de China?.

Por un lado, el riesgo de un default de un bono vendido como activo seguro más los indicios de desaceleración económica china (PMI manufacturero de enero). Por lo que respecta al bono en cuestión, las autoridades ya han tomado medidas para limitar su daño obligando al pago de todas las partes que han intervenido en su colocación. ¿Ha sido la decisión correcta?. Al final, esto puede a la larga verse de forma positiva si por un lado el mercado comienza a valorar de forma más adecuada (el riesgo de) estos productos y también si el Gobierno aumenta el control sobre ellos. Pero, sólo el primero parece inmediato. Aunque, como vemos en el propio comportamiento de los mercados financieros internacionales, esto no es gratuito.

De hecho, esta actitud del Gobierno china también puede generar confianza como un test de la propia confianza que las autoridades chinas tienen sobre el escenario actual. Y, ante la duda, siempre pueden tomar nuevas medidas expansivas. Esto no es nuevo, en China y en general en los países desarrollados. De hecho, podríamos hablar de tres tipos de riesgos centrados en China a corto plazo y medio plazo:

* Infraregulación del mercado de crédito no bancario (shadow banking)

* Elevada deuda local

* Riesgos derivados de burbuja en real estate (deuda privada)

Es cierto que estos factores de riesgo no son nuevos, pero sí se hacen más inquietantes en un contexto de mercado como el actual. Y especialmente si hablamos de una normalización de la inversión financiera internacional hacia mercados emergentes, como de hecho sigue siendo el chino. El resto se lo pueden imaginar: deterioro del balance de la banca china, aversión al riesgo y mayor coste de financiación. Al final, poco a poco se sientan las bases de un problema de confianza que el Gobierno ha tratado de combatir con reformas aun no cuantificadas y sin un calendario claro. La política verbal tiene sus límites.

Por un lado, el mercado de crédito no bancario podría suponer algo más del 34 % del crédito total (al margen equity y deuda en mercados regulados). ¿Qué riesgos hay en este mercado de casi 6 tr. CNY? Se desconocen. De acuerdo con la Oficina de Auditoria Nacional, la deuda de los gobiernos locales ha alcanzado ya niveles de 32 % del PIB. Buena parte de esta deuda en inversiones en infraestructuras, en parte infrautilizadas (¿les suena?). Como también les sonará el escenario de menores ingresos fiscales, tipos de financiación más altos y precios del suelo contenidos o a la baja. Por último, la ya eterna discusión sobre los precios de la vivienda. Y especialmente en las pequeñas ciudades, con un mercado de la vivienda en China poco homogéneo. Naturalmente, siempre puede ser una cuestión de tiempo que la emigración. Pero, ¿cuánto tiempo? Además, el riesgo de contagio existe entre precios de la vivienda en diferentes plazas

Muchos economistas consideran que el crecimiento apoyado en crédito (la M2 es el doble que en 2009; el crecimiento sólo un 66 % más elevado que en aquel momento) sólo es sostenible bajo sorpresas positivas en el potencial de crecimiento. Pero, en el caso de China, esto ya no es así. Un indicador interesante es la evolución de los beneficios de las empresas no financieras chinas, que crecen a ritmos del 6 % cuando su deuda lo hace a ritmos del 14 %. ¿Cuestión de dinero desde el Banco Central? Sí, demasiada semejanza con los problemas que vivimos en la Crisis de los países desarrollados aún no finalizada.

Tras todo lo anterior, ¿debemos preocuparnos? Naturalmente, es un tema a vigilar. Y un detonante perfecto para la corrección de excesos, en precio y volumen en mercados emergentes y en la reciente velocidad de la apreciación de activos financieros en los desarrollados. Pero, sigo pensando que las autoridades chinas tienen margen para actuar a corto plazo limitando sus efectos más negativos. Aunque no todos los efectos. ¿Y a medio plazo? Veremos.


Compartir en Facebook Compartir en Tweeter Compartir en Meneame Compartir en Google+