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Algo falla: Irlanda 3,5% EE.UU 3%.

Jesús Sáncehz-Quiñones González Director General de Renta 4 Banco
por Renta 4 Hace 10 años
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La evolución de los mercados financieros (bolsa, tipos de interés de los bonos, prima de riesgo) condiciona en gran medida el estado anímico general y la percepción de mayor o menor confianza respecto al futuro inmediato de la economía. Cuando las bolsas suben, los tipos de interés de los bonos bajan, existe un cierto efecto riqueza que incide en un incremento del consumo. Incluso aquellas personas que no tienen inversiones financieras, se contagian de la percepción de mejora económica y de una mayor alegría consumidora.

El comienzo de año ha sido extraordinario para los emisores de los países periféricos del euro, creándose una cierta sensación de mejora económica y mejora de expectativas.

- Irlanda ha conseguido emitir bonos a 10 años al 3,5%, incluso por debajo de los tipos españoles o italianos. En los peores momentos de la crisis los bonos irlandeses llegaron a situarse en el 14% de rentabilidad.

- Portugal ha aprovechado la voracidad de los inversores en busca de activos con rentabilidad para emitir bonos a 5 años. La noticia es enormemente trascendente, ya que aleja el riesgo de un nuevo rescate al país luso una vez que finalice en marzo el actualmente en curso. Hasta hace escasas semanas se dudaba de la capacidad del tesoro luso de poder emitir en el mercado

- España ha logrado emitir bonos a 5 años al menor tipo de la historia: 2,41%, con fuerte demanda.

- Emisores que hasta ahora tenían el mercado cerrado, como las entidades nacionalizadas BMN y BANKIA, han podido emitir bonos en condiciones tremendamente favorables e impensables hace escasos meses.

- Empresas como CIRSA, con calificación crediticia inferior a la considerada como grado de inversión (High Yield), logran emitir a tipos sensiblemente inferiores a los de hace un año: 6,4% frente al 8,75%

Bienvenida sea la alegría inversora actual, pero los mercados financieros no siempre se comportan de forma racional. En el análisis de tanta euforia compradora de cualquier bono periférico hay algo que no cuadra. A modo de ejemplo: no tiene sentido que Irlanda logre emitir en el mercado por primera vez desde su rescate bonos a 10 años al 3,5%, con una demanda que cuadruplicó el importe emitido, mientras el tipo del bono del Tesoro americano cotiza al 3%.

Por mucho que haya mejorado la situación macroeconómica en Irlanda o en España, es evidente que el riesgo de los bonos soberanos de ambos países es superior al existente en los bonos del Tesoro americano. Entre otras razones, ningún país del euro, y menos los periféricos, tienen capacidad para forzar al BCE a adquirir su deuda. No controlan la emisión de la moneda: el euro. Por el contrario, en EE.UU. la Reserva Federal ya ha demostrado que puede incrementar su balance de forma holgada adquiriendo bonos del Tesoro. La coordinación entre Tesoro y Banco central americano es evidente.

Los Bancos Centrales están teniendo éxito en lograr reducir el coste "unitario" de la deuda pública. No obstante, su actuación sólo permite ganar tiempo para conseguir hacer las reformas y ajustes necesarios que permitan un mayor potencial de crecimiento futuro. Lamentablemente en la mayoría de los países la reducción del coste "unitario" de la deuda lleva a la complacencia y a la relajación de las inevitables medidas de ajustes.

La Reserva Federal ya ha reconocido que no puede incrementar su balance indefinidamente sin que los efectos secundarios de dicha política sean mucho más perjudiciales que los pretendidos beneficios. Quien considere que la alegría sobre los bonos periféricos va a durar eternamente se equivoca. Pese a ello, es difícil determinar cuánto tiempo durará la alegría inversora actual, pero al final los mercados financieros siempre acaban corrigiendo los excesos.

Por Jesús Sáncehz-Quiñones González
Director General de Renta 4 Banco


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