Hace ya muchos años, cuando trabajaba en la mesa de trading de un banco americano, había un operador nuevo que pasaba horas y horas delante de una pantalla de ordenador frente a un programa especializado de gráficos –en aquella época el análisis gráfico no estaba ni mucho menos tan extendido como ahora. Era especialista en Ondas de Elliott, un tipo de análisis que muy pocos dominaban entonces, y del que pensaba, y en gran medida sigo pensando, que explica muy bien lo ya pasado, pero predice difícilmente los movimientos futuros. El hecho, es que este operador terminó siendo la estrella de la mesa, y las rentabilidades que obtenía estaban muy por encima de las del resto. Eso hay que respetarlo.

Volvamos al presente. “El mercado de valores de EE.UU. probablemente alcanzará techo en las próximas tres semanas”, afirma uno de los mejores especialistas en Ondas de Elliott de la actualidad, Avi Gilburt. Veamos las razones que da para esta previsión tan precisa:

Los inversores han estado esperando un crash en el mercado de acciones durante años. Parece que la crisis financiera de 2008, y el deterioro del mercado por ella, han dañado la psique de los inversores y siempre están pensando que el próximo desastre está a la vuelta de la esquina. Desafortunadamente, muchos de esos inversores no han hecho dinero en los últimos años o, peor aún, han perdido mucho dinero poniéndose corto en el mercado apostando por una caída.

Aunque en el último fin de semana se ha empezado a oír a los inversores que el mercado está a punto de despegar, nosotros creemos por el contrario, que el mercado de valores estadounidense está acercándose al objetivo máximo que fijamos a principios de 2016.

Siempre que el S&P 500 se mantenga por encima del soporte de los 2.440-2.445 puntos, mantenemos el patrón establecido que sugiere que podríamos ver un techo de mercado en las próximas tres semanas.

De cualquier forma, este techo de mercado sería intermedio. El objetivo de una onda 4 correctiva para el S&P 500 estaría en la región de 2.285-2.330 puntos. Este retroceso probablemente sería una oportunidad de compra, ya que el potencial alcista del indicador a largo plazo se mantiene en los 2.537 puntos, incluso podría superar los 2.600 puntos. Este objetivo se alcanzaría, probablemente en la primera parte de 2018, antes de que se iniciara una corrección mayor que podría estar entre el 15%-20%.