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Aún no es momento de invertir en mercados emergentes

por CapitalBolsa Hace 10 años
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El arranque de 2014 no ha sido especialmente positivo para los mercados bursátiles del mundo, sometidos, en su mayoría, a importantes caídas. En PROFIM Asesores Patrimoniales EAFI noconsideramos que nos encontremos ante un cambio de tendencia, en lo que se refiere a los mercados desarrollados –principalmente Estados Unidos y Europa−. Por el contrario, entendemos que se trata de un proceso de corrección, como consecuencia de una serie de factores:

- Turbulencias en las economías emergentes.

- Inicio de la retirada de las medidas de estímulo monetario por parte de la Reserva Federal norteamericana.

- Aparición de ciertos datos –tanto a nivel macroeconómico como empresarial− peor de lo esperado, en Estados Unidos y en Europa.

- Y, sobre todo, un proceso de consolidación tras las fuertes alzas registradas en la mayoría de los índices bursátiles de los países desarrollados.

En nuestra opinión, “hay motivos para ser moderadamente optimistas este 2014 con la mayoría de los mercados de acciones, sobre todo de Europa y Estados Unidos”. No obstante, siguen existiendo incertidumbres que van a provocar que nos enfrentemos a un entorno más volátil que el de los últimos dos años.

“Creemos que habrá que tener especial prudencia con los mercados emergentes, donde, por ahora, aconsejamos no invertir”. El riesgo que supone estar en estos mercados (tanto en renta variable como en renta fija), es muy alto y en PROFIM tenemos claro que existen oportunidades en otros destinos menos vulnerables. Es cierto que todo tiene un precio, pero, “hasta que la tormenta no haya pasado, no recomendaremos estar en este tipo de activos financieros emergentes”.

Aunque la tendencia a medio y largo plazo debería seguir siendo positiva para los mercados bursátiles del mundo, durante los próximos meses los inversores van a tener que estar preparados para soportar cierta volatilidad. Una volatilidad que va a venir marcada, fundamentalmente, por dos hechos.

- La inestabilidad de los países emergentes –con importantes flujos de salida y caídas en los precios de las acciones y los bonos de dichos mercados−.

- La incertidumbre en torno al fin de la política monetaria expansiva de la Reserva Federal norteamericana.

Por lo que se refiere a la actual inestabilidad de los países emergentes, en opinión de PROFIM, existen cuatro factores que están motivando el descalabro de sus mercados, tanto bursátiles como de renta fija:

- Por un lado, el impacto negativo que supone sobre estas economías la menor “barra libre” de liquidez mundial, como consecuencia del menor estímulo monetario procedente de la Reserva Federal norteamericana −“tapering”−, iniciado el pasado mes de enero de 2014, así como el menor estímulo monetario procedente de China −como forma de controlar los desequilibrios de su sistema financiero−. El impacto se dejará notar, sobre todo, en las economías emergentes con déficits más abultados.

- Por otro lado, hay que tener en cuenta que los países emergentes, cada vez, crecen menos y, en algunos casos, dicha situación se agrava con problemas de elevada inflación. Esto se está traduciendo ya en aumento de tipos de interés, lo que daña, aún más, el crecimiento económico. Esta es, por ejemplo, la situación de Brasil.

En el caso de China también se aprecia una evolución hacia un menor crecimiento aunque éste, en nuestra opinión, será probablemente más equilibrado, al depender menos de las exportaciones −y, sobre todo, de las inversiones públicas y privadas menos eficientes−, y algo más del consumo interno. Y, aunque este cambio de modelo de crecimiento económico (con el que, paralelamente, se pretende reducir su nivel de endeudamiento) no tendrá lugar “de la noche a la mañana”, las autoridades chinas sí parecen estar dispuestas a llevar a cabo las reformas oportunas para lograrlo. Habrá que ver si lo consiguen. Ahora bien, un menor crecimiento económico de China supondrá también un impacto negativo sobre aquellas economías que mantienen un porcentaje elevado de sus exportaciones ligado a la segunda economía del mundo.

- Durante los años de “vacas gordas”, en los que las economías emergentes crecían a buen ritmo y recibían grandes flujos de capitales procedentes de inversores de países desarrollados, los márgenes empresariales de sus compañías, en muchos casos, se fueron reduciendo. Todo lo contrario de lo que sucedió en el ámbito empresarial americano o europeo. Además, durante esos años de bonanza algunos emergentes no aprovecharon la importante entrada de flujos financieros del exterior para llevar a cabo reformas oportunas en sus economías. Tampoco mejoraron la transparencia ni la seguridad jurídica de la inversión extranjera en estos países.

- Por último, no olvidemos que 2014 será un año electoral para el mundo emergente, y muchos de estos países necesitan llevar a cabo, de forma urgente, reformas políticas y económicas de calado. Y las elecciones presidenciales crean incertidumbre: ¿Quién será el candidato electo? ¿Estará dispuesto a llevar a cabo dichas reformas? ¿Cuál será el ritmo de ejecución de las mismas?

Como consecuencia de todo ello, estamos viendo fuertes caídas en los mercados de bolsa y renta fija de los países emergente; caídas que, por otro lado, de momento no discriminan entre aquellos emergentes con fundamentales macroeconómicos más sólidos (un ejemplo podría ser México) y aquellos otros más débiles (India, Sudáfrica, Turquía…).

Por todo ello, en PROFIM consideramos que, por ahora, es desaconsejable invertir en mercados emergentes. Las turbulencias en sus mercados de divisas, como consecuencia de los problemas que indicábamos anteriormente, podrían persistir en el corto plazo. Por el riesgo que supone todo esto y, en paralelo, el hecho de encontrar oportunidades en otros mercados (de deuda o renta variable), con más visibilidad de resultados, aconsejamos mucha prudencia y orientar las inversiones hacia aquellos otros destinos de menor riesgo, fundamentalmente Europa (incluida España) y Estados Unidos.

Cierto es que todo tiene un precio y que, al final, el mercado terminará por discriminar entre unos países y otros. Además, tras las importantes caídas de la renta variable emergente, los inversores (en un principio, sobre todo, los institucionales) aprovecharán los precios atractivos de compañías en los países con menores desequilibrios y buenos fundamentales.  Pero, hasta que consideremos que lo peor de esta tormenta ha pasado, no recomendaremos invertir en este tipo de activos financieros. Y todo ello a pesar de que, por valoración, los mercados emergentes (en su conjunto) estén algo más baratos que los desarrollados.

En cuanto a la actual política monetaria de la Reserva Federal norteamericana (FED), en PROFIM somos de la opinión de que, aunque dicha política siga siendo expansiva (los tipos de interés fijados por la FED se van a mantener en torno al 0% durante, al menos, todo este año), la realidad es que una menor inyección de liquidez sí tiene sus consecuencias. La más importante es que, como ya hemos señalado en otras ocasiones, se deja de “adulterar” los mercados financieros y, con ello, se pueden gestar continuas “burbujas” −como la que pudo vivir el oro, como la que también se ha dado en los mercados de deuda emergente, o mucho peor, la que podría haber estado gestándose en la renta variable de muchos países industrializados−.

Recordemos que a finales del año pasado, la FED tomó la decisión de iniciar, en 2014, una reducción del programa de compra mensual de activos, de 85.000 a 75.000 millones de dólares, y que en la última reunión del Comité del banco central norteamericano, que tuvo lugar en el mes de enero, se acordó una nueva reducción de 10.000 millones, hasta los 65.000. Es el inicio del famoso “tapering”. Pues bien, parece que, salvo que la economía norteamericana tenga una recaída importante, se descuenta que la compra mensual de activos se vaya reduciendo de forma paulatina a lo largo de este año.

Ahora bien, aunque esta menor intervención por parte de la FED sobre los mercados financieros nos parece acertada, creemos que surgen dos importantes inquietudes, que están afectando también al comportamiento de las bolsas de Estados Unidos, Europa y Japón: 

- Con un menor estímulo monetario: ¿Es sostenible el crecimiento de la economía de Estados Unidos? ¿Puede haber recaídas?

- ¿Serán capaces las empresas estadounidenses de aumentar sus beneficios por aumento de ingresos, en lugar de seguir reduciendo costes?

Ambas inquietudes no son asunto baladí, máxime cuando hemos conocido algún dato macroeconómico en Estados Unidos que apunta a que el crecimiento es aún lento y, en parte, algo vulnerable. Por todo ello, en un mundo más normalizado, la evolución futura de los mercados de acciones va a depender mucho más de los datos macroeconómicos y, por supuesto, de los resultados de las empresas y, en menor medida, de las injerencias de los bancos centrales que, en el caso de la FED, ya se está replegando. 

No pensamos que las bolsas de Estados Unidos o de Europa, fundamentalmente, estén en un cambio de tendencia. Más bien creemos que nos encontramos ante un proceso de corrección, tras las subidas acumuladas de los últimos meses. De hecho, es bastante probable que la renta variable siga corrigiendo. Pese a ello, la tendencia alcista a largo plazo de los principales mercados del mundo (Estados Unidos y Europa), por ahora, se mantiene.

En resumen, si el pasado año, los tres principales motivos que, a nuestro juicio, impulsaron las subidas de muchas bolsas mundiales fueron: las políticas monetarias súper expansivas de los principales bancos centrales, la no “implosión del euro” y la expectativa de mejora de la economía global, para este 2014 es necesario que pasemos de expectativas a realidades −tanto a nivel macro como micro−, que soporten el tono alcista de las bolsas. En nuestra opinión, sí hay motivos para ser moderadamente optimistas este año con la mayoría de mercados de acciones. Pero, de igual forma, también creemos que existen riesgos e incertidumbres que van a hacer que tengamos un entorno más volátil que los últimos dos años.

PROFIM ASESORES PATRIMONIALES EAFI

Juan de Mena 19. 28014 Madrid

Tel +34 91 521 11 25

www.profim.es


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