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"Los datos, especialmente en tiempo real, no siempre son lo que parecen"

por La Carta de la Bolsa Hace 4 años
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Una de las lecciones de 2019 es que los datos, especialmente en tiempo real, no siempre son lo que parecen. Tome la gran caída en los nuevos pedidos de exportación del ISM de fabricación en agosto y septiembre. La caída se revirtió por completo en octubre, lo que subraya cómo son los datos de opinión "impulsados ​​por los titulares". (Robin Brooks). A lo que añado: los mercados tienen más agujeros que un queso gruyer, pero el nivel de complacencia es demasiado alto, peligroso. Los participantes en los mercados siguen adorando a los bancos centrales, los nuevos becerros de oro ¿Agujeros? La denominada Fase UNO de la mal llamada guerra comercial no hay por donde cogerla. Pero lo impresionante que ya se habla de la Fase DOS. Es la política de ganar tiempo​. Otro agujero, la crisis de liquidez es histórica. Los bancos de EE UU acaparan liquidez, anticipándose a lo peor. Agujero muy repetido: por mucho que se empeñen, las Bolsas europeas pintan nada. Otro agujero muy preocupante: de repente, todos los bancos de inversión y actores en el mercado se han vuelto alcistas..."

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"Muchas, demasiadas trampas en las Bolsas y en el resto de los mercados. Ante todo, la falta de liquidez y, así, o peor es que nos cojan con el pie cambiado: correr, presa de la ansiedad, detrás los valores que más suben un día, porque al día siguiente serán los que más bajen. Y no al contrario. Todo lo que sube termina bajando, aunque no se sabe ni cuándo ni cómo. Y todo lo que baja, no tiene garantizada la subida", me dice Adriana M. gran gestora de patrimonios, que añade:

"Estamos en la hora de las escopetas de feria, trucadas mil veces para que el feriante no se arruine con el juego y deje vacíos los bolsillos de osados jugadores. Muchos analistas bursátiles, nacionales e internacionales, se muestra en la actualidad incapaces de entender lo que ha pasado y de explicar lo que está pasando, pero azuzados por sus jefes han invertido mucho tiempo en dibujar una bola de cristal con la que adivinar el futuro. Es la ceremonia de siempre, la que comienzan con los estertores de cada año y sigue con los balbuceos del siguiente..."

"Escuché una vez a uno de los grandes especuladores de la Bolsa, ya fallecido, que una de sus tareas principales en cada comienzo de año era establecer estrategias de sentimiento contrario, es decir, apostaba en contra de los pronósticos de los denominados expertos y analistas. Me dijo que una sabia y disciplinada actuación en Bolsa siguiendo estos parámetros le había reportado mucho dinero con el paso del tiempo. Hoy, no sé por qué, me he acordado de este gran especulador. Recuerde, en cualquier caso, que el futuro, con mucha frecuencia, será el contrario al que ahora les presentan ¡Y es que el futuro es indescifrable! ¡Y qué difícil es medir el tiempo, el día D y la hora H!..."

"Y la vida de la Bolsa sigue. La recomendación de ayer es vieja hoy. Por eso los analistas van con la lengua fuera y cometen errores anacrónicos. Por ejemplo, recomendar fuertes compras y alzas de los precios objetivo cuando el precio de una acción ha superado el objetivo previo y, al revés, forzar la rueda a la baja cuando una cotización ha perforado niveles de resistencia establecidos antes con criterios técnicos, fundamentales o de cualquier otra í­ndole..."

Lacartadelabolsa


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