Se cumplen hace cuatro años (4) desde que escribí en La Carta de la Bolsa: Cuando la distribuidora de alimentación DIA saltó al parqué lo hizo bien protegida, bien auspiciada y, desde entonces, los éxitos la han acompañado. Al César lo que es el del César. Pese a ser un valor con predominio institucional entre sus accionistas, son muchas las casas de Bolsa las que cubren el valor. Reconozco que siempre he sido muy escéptica con este valor y, lo que es más importante, con sus tiendas. No, sus tiendas no me gustan. Las veo ¿sucias?, destartaladas, ¿desordenadas? no muy bien atendidas. La explicación es que se dirige a un sector de clase media muy media y que la estética la salva con unos precios más bajos. Hasta el año pasado en mi barrio, que es de clase media alta, los dos supermercados DIA estaban abarrotados con vecinos con corbata y vecinas con trapos largos. Pero ya no es así. Ha sido mi asistenta la que me ha abierto los ojos "¿Ha visto señora que los precios en DIA ya son más caros que en otros supermercados, que se mantienen altos pero el desorden de sus tiendas sigue siendo el mismo? Ya no es ningún chollo"

"¿Qué ha pasado desde entonces?", le pregunto a un viejo lobo de la Bolsa española. "¿Que el corta-pega, el efecto manada ha sido histórico entre los analistas. Recojo un cuadro espectacular vía  Antoni Fernández‏ @BolsacomTrading 1

Tabla recomendaciones sobre DIA (febrero 2016 / febrero 2018). Casi todos los bancos inversión tenían recomendación de compra, sobreponderar o mantener. Precio Objetivo medio 5,83€. Potencial Rentabilidad media +183%. Desde entonces su cotización real es de 1,94€ y -70%

Por cierto, el mismo experto recoje otra tabla, que no tiene desperdicio y es para pensar y repensar: "Mi consejo es que no se dejen presionar por el corta-pega de los analistas. Hay más. Otro día hablaremos de los bancos. Por ejemplo. Aquí el efecto manada y el corta-pega son espectaculares, también..."