Dentro de 100 años, todos calvos. Es interesante, no obstante, estudiar las series históricas más amplias posibles, para que los ladridos del corto plazo no nos confundan. En el Reino de España de ayer y de hoy (desconozco lo que pasará mañana) el dinero siempre ha buscado refugio en las cuentas bancarias, en los fondos de inversión, en el ladrillo y en la Bolsa. Son los dos últimos apartados los que desatan más pasiones. O ganas mucho dinero, o lo pierdes, si lo que buscas es el pelotazo rápido y, lo que es peor, si has entrado en el pico, en ese diente de sierra, que marca el máximo de un ciclo. La recuperación, si es que llega al activo que elegiste, será lenta y dolorosa. El gráfico adjunto ha sido considerado como uno de los más divertidos de los últimos tiempos, por el amplio periodo analizado. Que lo disfruten.

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Al ladrillo, vía SOCIMIS: El número de socimis en España no para de crecer y cada vez más inversores deciden apostar por estas empresas. 40 compañías del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) cuentan con este régimen jurídico y cinco forman parte de la Bolsa. Las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (socimi) disfrutan de un ventajoso régimen fiscal por el que están exentas del pago del impuesto de sociedades y que ha disparado su presencia en el mercado. 

A cambio deben destinar el 80% de sus activos al alquiler y repartir entre sus accionistas como dividendo el 50% de las plusvalías. Este estatus las hace especialmente atractivas para sus promotores, que retienen el control del accionariado una vez cotizan. Y aunque algunas socimis son interesantes para el inversor que las compra en el mercado, aún son mayoría las que ofrecen una escasa liquidez y revalorización, en especial en el MAB.