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¿Podría mover ficha el Banco de Japón con el yen el 30 de octubre?

por Ismael de la Cruz Hace 8 años
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Pues sí, el tema de Japón y su divisa, el yen, está candente. Veamos por qué podría el BOJ devaluar su divisa y si podría ser el 30 de octubre como primera fecha a vigilar seriamente.

Veamos en primer lugar las últimas referencias macroeconómicas y acto seguido entramos de lleno en materia, ¿les parece?

La inversión pública decae. La producción industrial cayó un -0,8% frente al -0,6% esperado y la anterior lectura de crecimiento de un 1,1%. El índice Tankan sube a 9 cuando el anterior dato registrado ascendió a 17. El índice sector servicios marcó 23 frente al 27 anterior. La balanza comercial registró 569,7 billones de yenes y se esperaban -540 billones de yenes. Malos datos en general que se unen a la rebaja de rating del país por parte de la agencia calificadora S&P.

El Banco de Japón se ha visto obligado a recortar sus previsiones sobre exportaciones e importaciones, el temor a la desaceleración económica de China (es el mayor socio comercial de Japón) es toda una realidad, la demanda doméstica sube pero demasiado suavemente y las ventas no logran alcanzar las cotas previas al incremento de los impuestos.

Es cierto que el Banco de Japón tiene el firme propósito de aumentar la base monetaria a un ritmo de 80 trillones de yenes al año, en cambio no hubo novedades en lo referente a su política monetaria, decisión prácticamente unánime con 8 votos a favor y sólo uno en contra. Por tanto, la entidad mantuvo su programa de compra masiva de activos que inició en el segundo trimestre del 2013 y cuyo objetivo era alcanzar una inflación del 2% este mismo año y salir del oscuro túnel deflacionista de dos décadas, pero no siempre los planes salen como se pretende, aunque la excusa oficial sea la caída del precio del petróleo.

Miren, no. Eso de crear inflación no es tan fácil ni se logra de hoy para mañana, si no que se lo pregunten al BCE con su programa QE y la inflación simbólica que tiene la zona euro. El Banco de Japón puede seguir lanzando mensajes bonitos y alejados de toda realidad sensata, y quien quiera creerlo pues adelante. Antes de dos años es muy difícil llegar a su objetivo de inflación, pero dos años desde hoy, lo cual implicaría un total de cuatro años desde que comenzó su estrategia, y digo dos años como mínimo, porque perfectamente se puede ir el tema a tres años.

Y es que la medida adoptada por el Banco Popular de China afecta directamente a los rivales comerciales del gigante asiático, concretamente a Japón y a Corea del Sur. Esto abriría la posibilidad de que los Bancos Centrales de estos dos países sigan los pasos de China y procedan también a devaluar sus respectivas divisas (lo que terminaría generando en una inestabilidad y volatilidad en muchos otros países emergentes) porque sus exportaciones se ven perjudicadas con el movimiento realizado desde China, pierden competitividad y buscarían con ello lograr un tipo de cambio más débil.

La preocupación es que a finales del 2016 el yuan podría tener una devaluación del 12-15% y como ya les comenté en un artículo anterior, lo que me preocupa es que si la depreciación de un 3% que vivimos el pasado mes de agosto originó la volatilidad y las fuertes caídas en muchos mercados, imagínense lo que puede llegar si asistimos a otra depreciación del 12-15%. Pero ya no solo es la reacción del mercado, es que se verían mermadas las inyecciones de capital a los países emergentes, afectando primero a aquellos países que son productores de materias primas.

¿Mi opinión? El programa Abenomics se sustenta en importantes reformas estructurales, en una política monetaria muy fuerte y en un aumento de las inversiones públicas. Pero los resultados no son los esperados. El Banco de Japón ha de reaccionar y más les vale que no se demoren demasiado. El tema de China irá a peor en el 2016 (al menos lo referente a más depreciaciones del yuan) y no se pueden permitir tener el yen estancado, seguramente opten por depreciarlo mediante la adopción de nuevas medidas adicionales del QE.

Octubre sería un buen momento, concretamente el día 30, pero es decisión de ellos. Será el primer momento serio con posibilidades reales de verles actuar, y si no pues a esperar, pero tal y como están las cosas veremos.

Así pues, si el Banco se decide a tomar más medidas, el yen se depreciaría con fuerza frente al resto de divisas, incluido el euro y el dólar americano.

– Euro/Yen (eur/jpy): la primera idea es que el yen es una divisa débil al igual que el euro. La economía de la zona euro aún no despega y sobre todo el programa QE del BCE es negativo para la divisa comunitaria. Por su parte, el yen acusa las medidas de relajación monetaria del BOJ.

En el corto plazo hay que vigilar el nivel de 132,55 ya que si lo pierde podrían continuar los recortes. Presenta el nivel fuerte de soporte en la zona de 126,90-126,94, donde podría rebotar al alza la primera vez que llegase el precio. La primera resistencia está situada en 140,55.

La segunda idea es que si el BOJ decidiese implementar nuevas medidas estaríamos hablando de subidas con un primer objetivo en el entorno de 147-149,60.

– Dólar/Yen (usd/jpy): les vengo comentando hace semanas que en el corto plazo no habría ningún síntoma de debilidad mientras siga por encima de la zona de 116. Pues bien, la última caída se frenó justo al llegar a dicha zona, rebotando al alza casi 600 pipos. Sigue vigente este nivel como clave para el corto plazo. La primera resistencia está en la zona de 125,60.

Para el 2016 no se puede descartar que las subidas pudieran llegar a niveles de 128-130, sobre todo cuando la Reserva Federal (FED) comience a subir los tipos de interés.


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