Euro Stoxx 50
Aunque ayer el precio rompió a la baja la línea horizontal situada en 3.019,64, la rotura fue tan marginal que no la voy a tener en cuenta. Necesitamos ver una continuación de la caída durante la jornada de hoy para dar carta de naturaleza a la señal de posible conclusión de la fase ascendente del ciclo.

Entretanto, a merced de la fase descendente del ciclo inferior, el de 10 días, debemos dejar que el Eurostoxx se decida entre su ingreso asimismo en la fase descendente del ciclo de 40 días o prolongar la actual fase ascendente una vez que el ciclo de 10 días forme su suelo.

A todo esto, creo que a nadie habrá pillado por sorpresa que un techo de, al menos, corto plazo haya tenido lugar justo el día en que figuraba una vibración de Gann (22 de octubre). En este ámbito, las casualidades no existen.

Ibex 35
Las señales en el índice español se acumulan. Si mi indicador de volumen detectó el martes actividad de los profesionales (ajetreados en soltar lastre), ayer identificó una jornada de clímax bajista, señal que acostumbra aparecer cerca de los techos cíclicos. Ahora bien, cabe asimismo la opción de que ese clímax obedezca a un vaciado de la órdenes de venta, a un agotamiento de la presión bajista, en cuyo caso el Ibex estaría cerca de formar el suelo de su ciclo de 10 días, que ahora se encuentra en su fase descendente.

Por otro lado, resulta maravilloso comprobar que justo el día después de que se confirmara la divergencia bajista del indicador de momento, el precio encajase semejante caída. Las señales de este indicador siempre deben tenerse en cuenta.

En resumen, el Ibex ha activado la señal de posible conclusión de la fase ascendente del su ciclo de 40 días, señal reforzada por el clímax bajista registrado ayer. Con todo, tras una tendencia alcista tan monumental, donde la inercia compradora abunda, todavía no podemos descartar un intento a la desesperada de salvar los muebles. Dicho con otras palabras, podríamos asistir al despliegue de una nueva y última onda alcista que incluso superase los máximos marcados el lunes.

DAX
Displicente y colmado de aplomo, el índice alemán hizo caso omiso de las caídas registradas en otros índices europeos y se limitó a desarrollar una leve corrección que apenas le hizo mella.

En consecuencia, estamos a la espera de ver si el precio intenta un nuevo asalto a la resistencia situada 8.994,41 y 9.037,1, que tal vez no pueda resistir una nueva andanada.

Por último, para activar una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo, el precio sigue estando obligado a romper a la baja la línea horizontal situada en 8.827,23.

Permanezcan atentos.