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"Los bancos centrales han comprado 29 billones de dólares en acciones ¿Qué harán con ellas?"

por La Carta de la Bolsa Hace 9 años
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"Les banques centrales font encore plus fort, pour créer l’inflation financière. Fait stupéfiant, elles achètent des montants énormes d’actions. Ce n’est plus une hypothèse, mais un fait. Une étude de l’Official Monetary and Financial Institutions Forum (OMFIF), citée par le Financial Times, vient de révéler que les banques centrales sont les plus gros investisseurs mondiaux en actions. A travers des véhicules secrets, elles détiennent 29000 milliards de dollars d’actions, acquises sur les bourses de leur propre pays, afin de les soutenir artificiellement. La hausse des marchés s’en trouve totalement factice. Entre-temps, cela enrichit les spéculateurs et, au moment du krach, cela ruinera des générations de consommateurs et de salariés. (Myret Zaki, Ça fait rire les spéculateurs, ça ruine les salariés) Y ahora, la pregunta ¿qué harán los bancos centrales con las acciones que han comprado en los mercados para evitar su colapso..."

Y este hecho ya fue denunciado por lacartadelabolsa el 17 de septiembre de 2012:

“Los Estados trabajan día y noche en la fabricación de papel moneda, en lo que es un reto contra la voz del Mercado ¡A ver quién puede más! Se han vuelto a poner en marcha los mismos mecanismos de 2007 y 2008, con el objetivo de inundar de liquidez los mercados. La duda, hoy como antes, es el destino final de la liquidez. Hasta ahora hemos visto que han sido los grandes bancos, más los anglosajones que el resto, los que más billetes han acaparado. Con ellos, iniciaron el Gran Rebote el 9 de marzo de 2009. Pero en el arranque de este año hemos visto, que la amenaza de default de la Deuda Soberana ha truncado las mejores expectativas. Luego de algunos meses de titubeo, los bancos centrales se han arremangado y puestos a fabricar billetes como chorizos ¡Que no decaiga el ánimo! El Gran Hermano se ha puesto, así, a pilotar ese helicóptero monstruoso que surca los cielos de los Mercados Globales. Los especuladores con posiciones cortas hacen lo demás, un efecto chimenea, que recupera posiciones en los índices. Hoy, como ayer, la sensación de muchos es que aquí no pasa nada, porque siempre Papá Estado nos salvará...hasta que deje de salvarnos”, me dice el director de análisis de una firma de Bolsa.

“...Recordará que lo advertíamos hace dos veranos, en el verano de 2007. Uno de los grandes debates del ciclo actual de las Bolsas y otros mercados está en el intervencionismo de los bancos centrales, con manguerazos históricos de liquidez, que determinarán mayores niveles de inflación a medio y largo plazo sin que las causas de fondo hayan sido corregidas. O lo que es lo mismo, remiendos y actuaciones que quitan la fiebre al instante pero no curan la gran dolencia. Que el enfermo recaerá es algo que los analistas y observadores mejor preparados no dudan. Los parches de ahora pronto quedarán viejos. La pócima, el brebaje tiene un efecto calmante muy limitado. Lo correcto, según los ortodoxos financieros, es aprovechar que el enfermo está postrado para aplicarle cirugía por doquier, incluso traumática. Mejor llegar al fondo de la herida. Los bancos centrales, no obstante, acuden a la medicina más rancia. Aspirinas y tranquilizantes para todos. Es una manera de desvirtuar la realidad, de mirar para otro lado. Recordará, estimado director, que lo advertíamos hace dos años y fíjese lo que ha ocurrido desde entonces…”

“....El análisis seguía así: La sensación de puertas adentro del mercado desde hace ya diez años es que todo el mundo circula a una velocidad excesiva, porque no hay Autoridad que multe a los conductores. Es más, se corre a 250 kilómetros por hora en la autopista de la Bolsa y en la de otros mercados y no sólo no te multan sino que no te matas. O sea, aquí no pasa nada, porque siempre Papá Estado está al quite y no va a dejar que el Gran Templo se hunda…”

“...Las crisis recientes, desde la vivida en los mercados emergentes pasando por la gran crisis rusa hasta concluir en la actual, deberían haber servido para aprender y actuar en consecuencia. No ha sido así. Los excesos son los mismos crisis tras crisis y nadie quiere atajar el problema de fondo, que no es otro que el enorme ciclo económico y financiero de exuberancia que vive el mundo industrializado. Los agentes, actores y espectadores, quieren que esto no termine nunca. Que siga el gran Nirvana…”

“...Por eso, las crisis son de corta duración en términos de valoración bursátil, de grandes índices. Otra cosa es lo que sucede valor por valor, muchos de ellos con pérdidas acumuladas superiores al 50%. Eso, sin embargo, no importa. La propaganda la procuran y enaltecen los grandes índices, que son los que cuentan en los Medios, lo que ve y entiende la gente. La borrachera sigue, porque aquí no pasa nada…"


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