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Los mercados están amenazados por todas partes. Lo peor es que muchos no se han dado cuenta…

por La Carta de la Bolsa Hace 9 años
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Antonio M. es uno de los mejores analistas de la Bolsa española. De corte y costumbres clásicas reconoce "mi incapacidad para luchar contra las máquinas, generadoras de más del 70% del volumen total de los mercados globales. Son robot que han ido expulsando a multitud de analistas de traje impoluto, gafas, hojas de cálculo y trato con empresas y clientes. Las máquinas no sienten ni padecen y, lo que es más importante, se muestra incapacitadas para ver más allá de sus propias teclas, de sus narices. Este fenómeno, y no otro, explica la insensibilidad de los índices ante numerosos factores externos y, lo que es peor, la falta de respuesta, la incapacidad de generar contrapartidas ante las numerosas amenazas que vienen rodeando a los mercados desde hace tiempo. El 30% restante del cotarro de las Bolsas y de otros mercados organizados queda en manos de profesionales y de inversores particulares. Muchos de ellos tampoco se han dado cuenta de las amenazas, instalados, como están, en la complacencia, en el convencimiento de que los bancos centrales pueden conjurar los mayores peligros con sus armas de liquidez infinita..."

"Me llamó la atención el titular: Las 10 mayores amenazas para los mercados  de un artículo publicado recientemente en Telegraph, artículo centrado en los mayores riesgos que tenemos por delante. Estos son, según el rotativo:

1.      Riesgos geopolíticos
2.      Producción y distribución de energía
3.      Un aterrizaje brusco de la economía china
4.      Una normalización descontrolada de la política monetaria en países anglosajones
5.      La economía europea
6.      Estancamiento secular a nivel mundial

7.      La pérdida de crecimiento potencial
8.      Los mercados financieros y la complacencia de los inversores
9.      Nuevas burbujas de activos, como de nuevo centrados en la vivienda
10.     Envejecimiento de la población y el peligro que esto supone para la sostenibilidad de las finanzas públicas de muchos países..."

"Yo añadiría algunos más, como la escasa generación de beneficios de muchas empresas multinacionales, que han vuelto a resucitar la contabilidad creativa o a utilizar el viejo recurso de desdoblarse en diferentes áreas de negocio, para presentar unos resultados más o menos vistosos para los analistas que cubren eestas compañías en los mercados..."

"Apunto, por supuesto, la fuerte desproporción entre oferta potencial y consumo real en la mayor parte de las economías avanzadas, lo que redunda en tasas de paro muy altas durante mucho tiempo..."

"O la necesidad de seguir con el desapalancamiento de Estados, Empresas, Familias y Ciudadanos, que resta potencial a los flujos de fondos dirigidos hacia los mercados..."

"También, el fanatismo, el populismo y los movimientos secesionistas, desintegradores de los Estados..."

"Y, por supuesto, una elevada deuda global, insostenible, impagable..."

"Pero lo curioso es que todo esto no es nuevo. Ya se sabía, ya lo saben los bancos centrales ¿entonces?..."


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