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Conocí a un padre y su hijo que se arruinaron con el petróleo y commodities ¿Sigue siendo válido?

por La Carta de la Bolsa Hace 9 años
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"Nunca fue tan difícil ganar dinero en los mercados como ahora y ellos pese a las ayudas milmillonarias de los bancos centrales. Parece como si todo estuviera agotado. El dinero, no obstante, sigue inquieto, con ganas de moverse. A nuestras oficinas llegan cada vez más inversores y especuladores preguntando por el mundo de las commodities, ya sabes, el oro, el petróleo, el maíz, el zumo de naranja y demás, ahora que vuelve con fuerza el factor geopolítico, que tanta influencia tuvo antaño (y no ahora) en el mercado del petróleo. Las commodities constituyen un mundo muy complejo y menos popular que las Bolsas. De ahí nuestra prudencia a la hora de recomendar. Es una actividad, en cualquier caso, vieja. Aún recuerdo, en mis años de parqué en la Bolsa de Madrid, a un padre y su hijo, ambos avezados ¿o atrevidos? cantando y contando las maravillas de invertir en petróleo. Los dos, padre e hijo, se arruinaron en unos meses. Ya no los vimos más en el viejo salón de operaciones de la Bolsa de Madrid. En cualquier caso, la atención de nuestros clientes, su interés por este mercados crece ¿Es buen momento?", me decía ayer el presidente de una sociedad de valores, que me facilitó el siguiente enlace:

Ha escrito Cecilia S. Prieto en Funds People que las alzas del crudo han vuelto a poner sobre la mesa si sigue siendo buena idea invertir en esta y otras commodities. Los mercados reflejan que el superciclo de las materias no ha acabado: en 2014 presentan rendimientos superiores a la bolsa y a la deuda estadounidense. En un informe reciente de Citigroup se indica que este año los vehículos que invierten en este universo han registrado flujos de entrada de unos 6.000 millones de dólares, frente a los reembolsos récord de 50.000 millones que se registraron en 2013, mayoritariamente por las ventas de oro.

Sin embargo, las casas de inversión y las gestoras de fondos no ven activos que estén emitiendo claras señales de entrada. Sí dan indicaciones de lo que puede suceder durante el segundo semestre de este año: según Citigroup, aumentará la divergencia de precios, con las commodities ligadas a la energía y a la actividad industrial batiendo al mercado, frente a la caída de los precios de las materias primas blandas. Desde el banco alertan de que se espera un mínimo histórico de cosechas en EE.UU. este otoño, y que los balances globales de cereales pierdan peso entre 2014 y 2015, aunque prevén un repunte del consumo de materias primas en China para finales de año.

En cuanto al oro, resaltan las compras renovadas de inversores tras confirmar la Reserva Federal que mantendrá su política acomodaticia durante algún tiempo. Sin embargo, la menor demanda de oro por parte de China actúa como contrapeso para el metal, por lo que lo sitúan por encima de los 1.300 dólares la onza en el segundo semestre. Se espera que los precios del mercado físico encuentren respaldo por la mejora del consumo en India gracias a la esperada relajación de los requisitos para importar oro en el país y por el trasvase de inversores que se refugien en el metal para blindarse frente al avispero de Oriente Medio.

Jean Médecin, miembro del Comité de Inversiones de Carmignac, cree que “las commodities deberían seguir siendo parte de una asignación de activos óptima”. Argumenta que “hay múltiples subsectores dentro de la cadena de valor de la industria de materias primas que ofrecen muchas oportunidades para los gestores activos que no siguen un índice para generar buenos retornos”, poniendo como ejemplo la revolución del shale gas en EE.UU. “Las materias primas ofrecen una diversificación bienvenida para construir la cartera gracias a su baja correlación con otras clases de activos. También pueden ser una poderosa herramienta de gestión del riesgo: por ejemplo, pueden ofrecer protección contra expectativas subestimadas de inflación en EEUU”, añade.

Mejor apartarse

Entre quienes opinan que es mejor dejar este año a un lado la inversión en materias primas figura Deutsche Asset & Wealth Management.

En la última revisión de activos de la gestora lo dicen claramente sus analistas: “Basándonos en el entorno económico, no vemos una oportunidad de inversión por fundamentales en las commodities”. De hecho, aportan una serie de factores que creen que van a presionar los precios a la baja: el renacimiento energético en EE.UU, la reestructuración de la economía china y las bajas expectativas de inflación. En cambio, consideran que las tensiones geopolíticas sí pueden dirigir flujos de inversión hacia el oro, como activo refugio. En la última actualización de su Reloj de la Inversión, Fidelity utilizó argumentos similares – exceso de capacidad, fortaleza del dólar y ralentización del crecimiento chino- para infraponderar materias primas en sus carteras. “Consideramos que la fortaleza reciente se encuentra motivada por la oferta y que es temporal”, afirma Trevor Greetham, director de asignación de activos de la firma.

Candriam también muestra una opinión negativa: piensan que los precios de las materias agrícolas se han frenado, que las vinculadas a la actividad industrial reflejan un exceso de capacidad frente a la demanda existente, que el oro podría ser penalizado por las subidas de tipos programadas por los bancos centrales y que, por último, los precios del crudo deberían estabilizarse dado que la producción de países no miembros de la OPEP (EE.UU. y Canadá) compensa a los productores de petróleo pertenecientes a la organización.


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