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La impaciencia del trader. Circunstancias en las que ésta sensación se apodera de nosotros.

por asimehicetraderblog Hace 10 años
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Un trader nota en cada poro de su piel esta sensación cuando se dan, principalmente, tres circunstancias:

1. Cuando ha decidido hacer trading, y en su mente sólo está la idea de querer ganar dinero para vivir de esto: Imagina por un momento esta idea ¿te parece razonable ganarte la vida en las próximas semanas convirtiéndote en autónomo carpintero, electricista, abriendo una tienda de zapatos, montando una web de venta de ropa deportiva, si nunca has trabajado en esas profesiones ni en el sector? Con una pizca de imaginación, posiblemente te llegues a ver en la tesitura, pero la incapacidad técnica y desconocimiento te pondrán en tu sitio.
 
Y lo relevante es el concepto. Lo complicado no es tratar de hacer esas profesiones, sino ganarte la vida con ellas en las próximas semanas. Cuando lo reflexiones bien te darás cuenta de que sería un auténtico despropósito.  Pues eso piensa un trader profesional cuando observa a cualquier persona sin unos cuantos meses de formación psicológica y técnica, lanzándose a abrir y cerrar posiciones tras haber leído 2 libros, haber seguido 2 blogs y haber hecho 1 curso.
 
Si realmente sientes que tanto después de una buena operación como de una mala lo que tu quieres es dedicarte al trading, entonces ya lo tienes claro. Date tiempo. Aprende poco a poco el oficio de la mejor forma que tu creas conveniente, pero date tiempo. ¿Cuánto tiempo dura una carrera universitaria? ¿Cuánto tiempo duran unos estudios de Formación Profesional? ¿Cuánto tiempo dura un Mba? Desde luego la duración de estos ejemplos oscila mucho, pero la que menos es la última, y dura al menos 1 año entero con dedicación exclusiva. Que esto no te desmoralice si lo que tú anhelas es ganarte la vida como trader. Ten en cuenta que moldear y orientar la mente no es cuestión de pocas semanas. Se necesita un proceso de maduración, reflexión y asimilación que es esencial.
 
2. Cuando está esperando que la cotización alcance un determinado nivel para tomar una posición: en este caso el trader suele cometer errores a la hora de seleccionar el punto idóneo de entrada. En unas ocasiones se anticipa y en otras entra tarde. En el primer caso, la entrada no suele hacerse en un mal punto, lo que sucede es que la necesidad de ceñir el stop hace que retrocesos todavía pendientes de llevarse a cabo en el precio hagan saltar dicho stop, minando la moral, y generando desconfianza para las nuevas entradas al mercado. En el caso de esperar demasiado, la cotización comienza a moverse en la dirección estimada, y se duda entre entrar en ese momento, o bien esperar a un recorte.
 
En mi blog no pretendo, en absoluto, dar recomendaciones sobre métodos de entrada y salida, puesto que otros muchos traders, e incluso usted mismo querido lector, sepa más que yo. Pero las evidentes conexiones sobre lo que escribo me hacen desarrollar cuestiones que afectan a nuestra psique.
 
Cuando me encuentro en esta tesitura, esperando a que la cotización alcance un determinado nivel para tomar una posición, he resuelto este potencial nerviosismo mediante 2 sencillos métodos:
 
*Llevando a cabo ejercicios mentales (ver post correspondiente) para tratar de sentir que no es necesario abrir la posición si no se ve clara la entrada. Es decir, por mucho que haya analizado la entrada, si no se dan las circunstancias que yo espero, no tengo porqué entrar. Y no pasa nada.
 
*Dándome 2 oportunidades. Mi sistema me da la posibilidad de realizar 2 entradas, para el caso en el que en una primera salte mi stop, y sin embargo, tras valorar la situación, yo entienda que sigue sirviendo mi análisis. Es como una 2ª oportunidad que me quita la presión de contar sólo con una oportunidad.
 
3. Cuando ha abierto una posición que se ha movido favorablemente: en este caso resulta muy sencillo dejar correr la ganancia cuando las velas van sucediéndose con mínimos crecientes, pero el sudor frío resulta con los inevitables, normales y omnipresentes retrocesos del precio. Es en ese momento cuando nuestros demonios aparecen preguntándonos “¿Cierro ya?
 
La única solución para esto es, como en la mayoría de los casos, tener claramente definido previamente lo que vas a hacer. Si tu objetivo es sacar “x” pipos, entonces mientras no llegues al objetivo sólo puedes esperar. Fuera impaciencia. Si tu sistema de trabajo es que sea el stop el que te saque del mercado, únicamente debes ir moviendo tus stops, según tu método, y mientras no salte sólo te quedará esperar. Fuera impaciencia también en este caso.
 
De este modo ningún impulso repentino hará que tomes decisiones arbitrarias, de las que luego te puedas arrepentir. Acierta o equivócate, pero que no sea por arrepentirte de una acción impulsiva hecha contra tu propio método de trabajo.


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