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Los jugadores de volatilidad apuestan por el recorte, un desafío a tipos cero y demás ¡Hagan juego!

por La Carta de la Bolsa Hace 10 años
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"Ni el control de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, ni el intervencionismo global, como nunca ha existido, de las Autoridades ni la falta de alternativas a la Bolsa, según cuentan las crónicas, puede con ellos. Defraudados por el comportamiento de los mercados en enero; alentados por la creencia, cada vez más generalizada, de que un recorte en Wall Street tumbará el resto de los mercados mundiales y convencidos de las que valoraciones actuales de las Bolsas son las adecuadas, los jugadores de volatilidad más finos y expertos ya han tomado asiento en los mercados y apostado, en el mismo acto, por un deterioro de los índices. No es el fin del mundo sino una apuesta por la volatilidad, algo que sólo unos elegidos pueden disfrutar. Y muchos de ellos, como siempre sucede, perderán hasta la camisa en el lance. El movimiento coincide, además, con un enfriamiento claro de los flujos de fondos nacionales y extranjeros hacia la renta variable. El dinero sigue jugando la baza de los diferenciales de deuda, algo, como dato curioso, que tarde o temprano quedará reflejado de manera favorable en la Bolsa..."

"La Bolsa y todo lo que la rodea está plagada de mitos y conceptos falsos, que con el paso del tiempo se convierten en auténticas leyendas urbanas. Una de ellas es el enriquecimiento súbito de los denominados especialistas cuando se producen grandes puntas de volatilidad. Llevo cuarenta años en el tajo de la Bolsa y soy capaz de demostrar que en los crash del mercado sólo ganan un 1% de los participantes en el mercado: aquellos que tuvieron la visión o fortuna de vender derivados y, lo que es más importante, permanecieron con la posición abierta. Un 5% de los actores en Bolsa que juegan a la volatilidad se quedan comidos por servidos, pero con enorme tensión acumulada. El resto, el 94%, de quienes juegan o especulan con estos movimientos salen corriendo con el rabo entre las piernas. En mercados estrechos como el actual, los especuladores intradía apenas sacan para los gastos. Algunos no ganan ni para un menú de 12 euros", me cuenta P.T. uno de los grandes observadores de la Bolsa española, ahora en la nómina de un importante grupo privado, y antes director de varias sociedades de Bolsa:

"El mercado está obligado a abrir y cerrar sus puertas todos los días, como bien sabes. Por eso, los intermediarios financieros están obligados (¡que me lo digan a mí que he estado más de 15 años en la nómina, primero, de agentes de Cambio y de Bolsa, y de sociedades de valores y Bolsa, después!) a inventarse nuevos juegos con que distraer al personales y, de paso, distraerles el dinero. Lo que me llama la atención es la locura por el intradía, que, en muchos casos, es una patología grave, como el que se juega el dinero al póquer, en los casinos o en las máquinas tragaperras. Una enfermedad que hace que muchos seguidores de este sistema empleen toda la jornada bursátil para ganar una miseria. Pero eso cuando lo ganan, porque lo normal es que terminen todos con el rabo entre las piernas y con la cuenta a Cero..."

“...Ya sabes, me dice, “que el Intradia es el nombre que se da a las operaciones que se abren y cierran en una sola sesión en los mercados financieros. No hay horario definido, aunque conozco a determinados jugadores que siempre se posicionan en la apertura, para mí la franja más peligrosa. Otros, utilizan las horas muertas (teóricamente) que precede y suceden a la hora del desayuno y la comida. Pero las hordas del intradía cuando más se emplean a fondo es en el periodo de coincidencia operativa con Wall Street, porque está demostrado que es cuando mayor es la volatilidad y mayores los volúmenes de negocio, es decir, cuando más fácil resultar entrar y salir sin quedarte atrapado hasta el día siguiente…”

“...Te voy a contar una historia”, añade”, “que no soy capaz de calificarla. En mi grupo inversor tenemos una cartera amplia de valores, cuyo desarrollo operativo seguimos metódica y sistemáticamente todos los días. Ya sabes, quiénes compran, quiénes venden, cuáles son los volúmenes, cuáles las horquillas. Pues bien en un valor concreto, que a mi jefe le gusta mucho por su proyección de futuro, hemos detectado desde hace ocho meses a un experto del intradía. Este individuo sigue este valor concreto desde la apertura al cierre ¿Sabes cuál ha sido la cantidad máxima que ha llegado a ganar en un día: 10 euros, o sea, el equivalente a un menú del día. Sí, 10 euros…”

“...Pero hay más”, finaliza. “Durante los ocho meses que llevamos siguiendo esta pantalla, siempre la misma pantalla, siempre el mismo broker, siempre la misma manera de proceder, este experto en intradía ha perdido dinero en el 50% de las ocasiones ¿Cuánto? 10 euros. O sea, que el individuo tiene disciplina…”

Le confesé a P.T. que yo tampoco soy capaz de definir este fenómeno, esta manera de proceder y, ni mucho menos, a este individuo. No obstante, es una tendencia que se ha implantado con el paso del tiempo en los mercados financieros, bolsas y commodities, entre otras cosas, porque la Bolsa se ha convertido en un mercado global que funciona las 24 horas del día. Les dejo con estas citas:

Teóricamente, Las inversiones en Bolsa en el “muy corto plazo” han encontrado en Internet una herramienta inmejorable para estar en todo momento al tanto de los movimientos del mercado y operar desde cualquier lugar, en cualquier mercado del mundo, en tiempo real y con comisiones más bajas…

...Si se decide invertir a “muy corto plazo” en bolsa, el usuario debe tener los conceptos muy claros y sobre todo saber en todo momento dónde se mete. Porque no hay que olvidar que, cuanto menor es el plazo de inversión, mayor es el riesgo. Según los expertos, se debe saber que no es un juego, y tener mucha disciplina y un buen control mental para llegar a buen puerto. Invertir a muy corto plazo tiene ventajas e inconvenientes. Entre las principales ventajas se encuentra que es una operativa muy flexible, se cuenta con la posibilidad de aprovecharse de la elevada volatilidad del mercado, y se tiene la posibilidad de operar “apalancado”, es decir, invertir por encima del patrimonio que uno tiene. Entre los inconvenientes de esta forma de invertir, destacan la necesidad de “estar muy encima” del mercado, y que se incurre en unos costes de transacción (comisiones, corretajes) más elevados….

Y remate final. Graham (uno de los mejores inversores que han existido ) dijo una vez lo siguiente: Las operaciones intradía son unas de las mejores armas que se han inventado para cometer el suicidio financiero. Tal vez algunas de sus operaciones ganen dinero, la mayoría de ellas perderán dinero, pero su intermediario ganará con todas ellas.

Su propia ansia por comprar y vender acabará reduciendo los resultados que obtenga. Los costes de realizar operaciones intradía desgastan los rendimientos como las pasadas de papel de lija.

Miles de personas lo han intentado, y la evidencia es clara: cuantas más operaciones se hacen, menos valor se conserva.

Cualquier noche de la semana en Londres, si usted va a una reunión de Jugadores Anónimos, se encontrará con un banquero de la City entre lágrimas por la cantidad de dinero que acaba de perder. Eso es lo que comenta Martín, un banquero de 29 años, en un artículo en Financial Times quien compareció en una de estas reuniones una noche en el invierno de 2011 después de haber…


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