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“En el mundo de los negocios, el espejo retrovisor siempre es más claro que el parabrisas”

por La Carta de la Bolsa Hace 1 año
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En el mundo de los negocios, el espejo retrovisor siempre es más claro que el parabrisas”. - Warren Buffett “No puedes ver el futuro a través de un espejo retrovisor”. —Peter Lynch. "La razón principal por la que muchas personas fracasan como inversores a largo plazo es que prestan demasiada atención a lo que está haciendo el mercado de valores actualmente". -Ben Graham. “Un inversionista necesita solo dos cosas para ganar mucho dinero durante una crisis: efectivo y el valor de invertir ese efectivo cuando nadie más está dispuesto a hacerlo”. - Howard Marks. "Algunos de ustedes van a ser más ganadores que otros; todo se reduce a un montón de cualidades que, curiosamente, son de fabricación propia: Es integridad, es honestidad, es generosidad, es estar dispuesto a hacer más de lo que te corresponde". - Warren Buffett

"Una estimación precisa del valor intrínseco es la base esencial para una inversión constante, sin emociones y potencialmente rentable".- Howard Marks

Es lo que consideran los mejores analistas del momento. Siempre ponen los puntos sobre las íes y, por ello, advierten de que no es lo mismo conducir con la ayuda del espejo retrovisor, que es lo que mandan los cánones, que maniobrar sólo por y para el espejo retrovisor, porque el tortazo está a la vista. O sea, la mirada siempre al frente y ojeadas, repasos, al pasado, por si acaso algún energúmeno de la carretera intenta adelantarnos por dónde no debe ni puede. 

Los que conducen con y sólo con el espejo retrovisor en las carreteras llenas de obstáculos de las Bolsas aún tiene en la retina informes de situación y de estrategia alarmistas respecto a la recaída del estado de salud de la economí­a de Estados Unidos, lo que determinarí­a, un alto en el camino alcista de los tipos de interés. Se explicaría así la sordera de los bonos, curada ya en las últimas semanas, y la hinchazón enorme de burbujas fantasmagóricas como la inmobiliaria y la de la renta fija.

La Bolsa, no obstante, siempre mira al frente, y considera que el enfriamiento económico por el que algunos grandes bancos de inversión apostaron a finales del año pasado y hasta ahora mismol no aparece por parte alguna. La primera economía del mundo crece con fuerza, los consumidores mantienen niveles de confianza muy cerca de los máximos históricos y la bicicleta económica no se cae, porque el gentío pedalea con fuerza.

Son los mejores mimbres para unas Bolsas que han llegado a la cima más alta de los últimos cinco años desfallecidas, que es lo normal. Es lógico, también, que cifras económicas y de empleo saludables contribuyan a oxigenar a los participantes en los mercados y que tras el descanso obligado, las Bolsas retomen el alza. Eso sí, siempre con criterios más selectivos y rigurosos que los habidos hasta ahora.

Es normal, del mismo modo, que las autoridades monetarias fuercen nuevas subidas de los tipos de interés para frenar impactos inflacionistas indeseados tanto por la mejora del consumo y de las expectativas de empleo como por los altos precios del petróleo. La historia refrenda, en fin, que cuando los tipos de interés suben al compás de la economía, las Bolsas lo aceptan, aunque a corto plazo, como el viernes, se observen respingos, malos modos muy concretos. No obstante, a partir de ahora todo tiene que estar bien arropado con los resultados de las empresas, otro de los grandes fundamentos de las Bolsas.

Nunca es bueno, en fin, conducir por, para y con el espejo retrovisor, porque el camino está justo al otro lado, enfrente.

Lacartadelabolsa.


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