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El ascenso y la caída de la inversora “inspirada por una visión divina”

por Carlos Montero Hace 1 año
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A mediados de abril, Cathie Wood se sentó en el escenario del histórico hotel Fontainebleau en Miami. Fue un momento incómodo para ser el orador principal en una conferencia para administradores de dinero: el fondo insignia de Wood, ARK Innovation ETF, había perdido aproximadamente la mitad de su valor durante el año anterior, debido a sus apuestas agresivas en compañías importantes, desde Coinbase hasta Robinhood y Tesla se había derrumbado en medio de un mercado bajista en acciones tecnológicas. Wood, sin embargo, evidentemente no había perdido su brillo, a juzgar por los aplausos de la multitud, ni su descarado optimismo. Un año antes, ella había pensado que su firma, ARK Invest, generaría rendimientos anualizados del 15 por ciento, reconoció, estableciendo lo que parecía un mea culpa por su pobre desempeño. En cambio, se duplicó: "Ahora pensamos en el 50 por ciento". 

Hasta ahora, se ha equivocado: su fondo principal ha caído otro 34 por ciento desde sus comentarios, pero su firma todavía tiene más de $ 16 mil millones en activos, según el rastreador de fondos Morningstar. Si bien eso es una fracción de los $ 40 mil millones que ARK tenía en marzo (una cifra que la firma aún incluye en su sitio web), significa que la reserva de dinero de Wood sigue siendo aproximadamente del mismo tamaño que los principales fondos de cobertura como Pershing Square de Bill Ackman. 

En el ámbito de Wall Street, Wood es una criatura inusual: no solo es una rara administradora de carteras, sino que también fue un caso atípico en su optimismo casi ilimitado sobre las inversiones más arriesgadas en el mercado, incluidas las criptomonedas y Tesla, que hace cuatro años ella (correctamente) predijo que aumentaría más del 1,000 por ciento. El otoño pasado, puso un precio objetivo de $ 500,000 en bitcoin, 

La voluntad de Wood de hacer tales advertencias tan por delante de la realidad, y tan fuera de sintonía con la vieja guardia de Wall Street, le ha valido una reputación de estrella de rock entre los inversores minoristas obsesionados con las emociones fuertes, convirtiéndola en una referente para los comerciantes de Robinhood, algunos de los cuales la han apodado "Cathie Bae" en Reddit.  

Como la industria se resistía a dar garantías sobre el futuro, la marca de Wood era como una predicción pornográfica de precios: escucharla hablar era sentir que tu mente se licuaba en una avalancha de palabras de moda que inducen dopamina, similar a un clickbait: su cartera era una cornucopia de automóviles de conducción automática, criptografía, curas genómicas para el cáncer, IA, transmisión y juegos. Les dijo a los inversionistas ebrios de riesgo exactamente lo que querían escuchar.  

Incluso la historia del origen de la firma de Wood no era convencional. Comenzó ARK después de, según se informa, chocar con su ex empleador: su antiguo jefe en Alliance Bernstein le dijo al Financial Times que "su mayor punto ciego es administrar el riesgo y la volatilidad", una acusación grave contra alguien responsable del dinero de otras personas.  

Wood, una cristiana devota, atribuyó la inspiración para iniciar ARK a una divina “llamada” del Espíritu Santo. Pero también le debía algo de crédito por su comienzo a un compañero ahora caído en desgracia: Bill Hwang de Archegos Capital Management, arrestado luego de la implosión de su fondo el año pasado, que le dio a Wood capital inicial crítico. 

Sin embargo, Wood tiende a superar cualquier adversidad, ya sean críticas o una liquidación del mercado, como si creyera que está peleando una batalla justa. “La verdad ganará”, dijo repetidamente en el seminario web mensual de su empresa en mayo, respondiendo a las preguntas sobre una recesión inminente y los inversores acortando su fondo. 

Mañana segunda parte del artículo. 

Fuente: Intelligencer de New Yorker y Propia. 

Lacartadelabolsa


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